Al calor de Santo Tomás

Ni el frío ni las fuertes rachas de viento que azotaron ayer Bilbao y San Sebastián lograron deslucir la tradicional feria agrícola de Santo Tomás, la más importante del País Vasco, que, junto al esperado sorteo de la Lotería de hoy, inauguran cada año de forma oficiosa las fiestas navideñas. Más de medio millar de puestos repartidos entre ambas capitales, repletos de las mejores hortalizas, frutas, quesos, dulces y embutidos, y la presencia de decenas de miles de personas en ambos mercados dieron fe del poder de atracción que mantiene intacto la gran cita del agro vasco.

Pese a que los precios de los productos se mantuvieron respecto al año pasado -salvo la patata, más barata por excedente-, los compradores no se dejaron llevar por los caprichos y sólo adquirieron "lo necesario" y "en menor cantidad" que otros años, reconocían en el puesto de hortalizas de José Antonio Intxaurtieta. A pesar de todo, los feriantes bilbaínos registraron unas "excelentes ventas", según los organizadores, a pesar de que el mercado coincidió en lunes y no en sábado, como la edición anterior, que batió récords de asistencia con más de 200.000 personas. Ayer, sin embargo, rondaron las 150.000, aunque hubo más puestos: 296.

El público no perdonó los clásicos talos con chorizo y los capones

Ahora bien, hubo dos productos clásicos a los que pocos renunciaron. El talo con chorizo, regado de txakoli o sidra, y los capones de entre 3,5 y 4 kilos, a 50 euros, de Miguel Ángel García, vecino de Sodupe. "Se siguen vendiendo estupendamente. Es una tradición navideña", se felicitaba desde su atestado puesto del Arenal.

Pese a que las bolsas iban principalmente llenas de productos tradicionales como el pan, nueces, queso, pasteles vascos y todo tipo de hortalizas, también hubo quien hizo hueco para alimentos más propios de otras épocas del año, como los helados ecológicos elaborados con leche de cabra y yogur. Una expendedora de leche fresca convocó, por su parte, una larga cola de clientes. "Es una idea excelente y tengo curiosidad. Por 1,50 euros te llevas leche de verdad con botella de cristal y todo. Hombre, tampoco es para comprarla todos los días, pero como excepción está bien", contaba Inma, vecina de Barakaldo.

José Etxebarria, de Gatika, y Adela Andikoetxea, de Urduliz, volvieron a ganar los premios a las mejores frutas y hortalizas, respectivamente. También repitieron los galardones del año pasado José Txabarri e Iñaki Aretxabaleta por su txakoli rojo y blanco. Por su parte, Aser Astorgano fue distinguido como mejor productor joven.

En San Sebastián, el aroma a txistorra inundó cada calle de la Parte Vieja y el centro donostiarra. Emanaba del más de medio centenar de puntos de venta de este tradicional embutido, a los que se sumaron otros 150 en los que se pudieron degustar talos de harina de maíz recién hechos, productos artesanos, licores, chocolates y repostería.

Uno de los protagonistas de la feria donostiarra es el cerdo que tradicionalmente se expone en la plaza de la Constitución. Este año fue Igone, una hembra de 350 kilos, procedente del caserío Arro de Leitza (Navarra), que ajena al mal tiempo y el olor a txistorra, presidió relajada la tradicional cita.