_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Coto al 'feminicidio'

La condena a México por Ciudad Juárez es una esperanzadora advertencia a Latinoamérica

El Estado mexicano está en deuda con sus ciudadanos y, especialmente, con sus mujeres. La sentencia dictada contra México por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es la primera que exige responsabilidades al Gobierno por los horrendos crímenes cometidos en Ciudad Juárez, donde desde hace 17 años actúan los asesinos de mujeres con aparente impunidad. La histórica condena considera que las autoridades no hicieron nada por evitar y perseguir los asesinatos, por lo que obliga al Estado a investigarlos, a indemnizar a las familias de las víctimas con 550.000 euros e incluso a erigir un monumento en su memoria para que no queden en el olvido.

Las organizaciones no gubernamentales calculan que desde 1993 unas 500 mujeres, jóvenes y de extracción humilde en su mayoría, han muerto asesinadas en Ciudad Juárez y sus alrededores. Previamente, la mayor parte de ellas fueron salvajemente torturadas, violadas y mutiladas en un festival de sangre al que los diversos Gobiernos mexicanos han sido incapaces de poner coto. El machismo desaforado y la corrupción han convertido a Ciudad Juárez en la urbe más peligrosa del mundo. El Gobierno mexicano asegura investigar los feminicidios e invoca las 203 sentencias dictadas hasta la fecha, pero la realidad, contumaz, alienta las sospechas de desidia, ahora sancionada por la CIDH.

Los feminicidios y la impunidad que reina en Ciudad Juárez ponen en cuestión la sensibilidad de los políticos mexicanos hacia los crímenes cometidos y evidencian una grave debilidad del Estado, incapaz de proteger a sus ciudadanos de un régimen mafioso. Este juicio ni siquiera se ha podido desarrollar, por razones de seguridad, en suelo mexicano.

Este primer caso contra el feminicidio se ha ocupado del asesinato de ocho mujeres cuyos cuerpos fueron encontrados en el Campo Algodonero de Ciudad Juárez, en 2001, aunque sólo tres fueron identificadas. Es una sentencia ejemplar e histórica; una esperanza no sólo para México, sino para un continente en el que perdura un machismo ancestral especialmente cruel. Aunque no hay datos oficiales fiables, algunos investigadores sostienen que una de cada tres jóvenes latinoamericanas es víctima de la violencia de género. Lo indiscutible es que las muertes van en aumento.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_