"Hacer el amor despista bastante"
Pregunta. ¿Estoy ante Adriana o viene de marquesona de Castro?
Respuesta. Yo vengo en plan Adriana. De marquesona igual tengo que me gusta comer muy bien. Hay marqueses muy cutres, que comen muy mal.
P. ¿Y esa carita de no haber roto un plato, cuando es sabido que acaba con la vajilla?
R. Pues no he roto muchos. He sido muy reivindicativa, pero también muy disciplinada.
P. Vayamos a La Señora. Mire que liarse con un cura...
R. Es inevitable. Yo me lié con él cuando no era cura. Y luego he seguido porque estaba enamorada.
P. ¿Ha causado daños también en su parroquia?
R. Yo causo daños en todos lados [ríe]. Hasta en la peluquería.
P. Una serie en la que los clérigos ya no dicen que son ustedes sus sobrinas.
R. Pero sigue habiendo muchos tabúes en todas estas cosas, que son naturales. Ellos tienen sus pasiones, las normales.
P. ¿Le inquieta el celibato de los curas?
R. Me inquieta más el mío. El de los curas me parece que no es necesario. Aunque hacer el amor despista bastante. Y con el celibato uno se concentra en sus cosas y deja de dispersarse. Hacer el amor es muy desgastao.
P. ¿A usted le desborda la pasión?
R. Pues bastante. Más de lo que querría. Soy muy extrema para todo.
P. ¿La Señora tiene mucha audiencia porque la Reina ha confesado que no pierde ripio?
R. Yo creo que es porque las mujeres y sus maridos no pierden ripio. E influye que la Reina dijera que nos veía, porque es una mujer muy querida.
P. ¿La imagina viéndola en La Zarzuela?
R. Me meo de risa. O a lo mejor viéndola en una tele mientras está en el baño.
P. ¿A usted en la vida civil también le gustan desalmados, como el marqués de Castro?
R. No. A mí me gusta la gente con corazón, y conmigo él lo tiene. Yo no sé lo que sabe el espectador.
P. Que se cepilló a su padre de usted, entre otras cosas.
R. Yo sé que a mí me está queriendo. El padre Ángel también me quería, pero no me iba a cuidar, y una también se cansa.
P. ¿Siempre es mejor un marqués que un cura?
R. Suena más fácil. Y en la serie es el instinto de supervivencia. ¿Quién me va a coger si yo me caigo?
P. Dice que le hubiera gustado ser hada madrina. Saque la varita y concédale algo al presidente del Gobierno.
R. A Zapatero le concedería valor para enfrentarse a lo que sabe que tiene que hacer. Y para ser fiel al nombre que lleva su partido, socialista. Yo no veo el socialismo por ninguna parte.
P. ¿Y si volviera la varita mágica hacia Rajoy?
R. Rajoy me parece un tío muy competente, que se defiende muy bien hablando. Le daría un poco de silencio y un poco de paciencia, porque no creas más confianza en el ciudadano porque pongas pegas todo el rato al Gobierno. Al contrario.
P. Sus padres la llaman la Defensora del Pueblo. ¿Debe temblar Enrique Múgica?
R. Yo espero que no. No le voy a quitar el sitio [ríe]. Yo dejaría de dormir si me convirtiera en Defensora del Pueblo.
P. Entre sus habilidades está la acrobacia. ¿Cuál es el salto circense más grande que ha dado?
R. Enfrentarme a lo que soy. Mirarme al espejo. Encabronarme y plantarme delante de los miedos. Y eso hay que hacerlo siempre, porque si no te comen.
P. "Me pierde la boca". ¿Es muy largona o es que le fascinan sus labios?
R. Yo trabajo con los morros [ríe]. Trabajo por el morro [más risas]. Me pierde la boca porque no me callo cuando las situaciones me sacan de quicio. Aunque ya me voy callando más, me cabrean las situaciones injustas.
P. Tirando por lo alto, ¿qué director le gustaría que la llamara?
R. Siempre lo digo, pero me haría una ilusión increíble trabajar con Michel Gondry. Es uno de mis favoritos. Y me gustaría volver a trabajar con Salva García Ruiz. Me apasiona. Para mí es el director por excelencia.
P. Eso llamarla para el cine. ¿Y para un sábado, George Clooney?
R. Que me llamaran todos los macizos. Ahora, para un sábado las que más me gustan son mis amigas. Al final es donde mejor estás. Tener buena relación con las mujeres es importante. Si no, no acumulas más que miedos. Una mujer es una mujer. Y el que esté para ti está para ti, y si no está para ti, que se vaya. No te vas a pelear con una amiga por un idiota.
P. "Si no fuera actriz, me dedicaría a robar bancos". Espero que no le falten papeles en las tablas.
R. Pero lo haría en plan discreto, no a lo salvaje macarra. Me vestiría de Catherine Zeta Jones, con mi cosita de neopreno apretadita, y me metería con una cuerda. Una cosa de tensión, de pasarlo bien. Luego, seguro que me llevaría lo que no es, un taco de propaganda en vez de billetes, porque soy superdespistada.
P. Usted estudia Filosofía. Para filosofar en privado, ¿mejor Kant o Javier Bardem?
R. Creo que Javier Bardem es más guapo, ¿no? Pero preferiría filosofar con una mujer. Con Hannah Arendt, por ejemplo.
Perfil
Aún no ha cumplido 25 años, y tenía cinco cuando hizo de india en una obra sobre Cristóbal Colón. Del cine confiesa que lo que más le atraía era la música publicitaria de Movie Records. Fue profesora de flamenco y tiene varias canciones compuestas en inglés. Va todos los días a la Filmoteca. Hace mucho deporte y está entusiasmada con su perra Peach y con sus incipientes clases de piano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.