Llega el turno de los bancos centrales

Los últimos indicadores económicos han ejercido muy poca influencia sobre los mercados de valores, según algunos observadores, mientras que otros apuntan que han sido bien recibidos en momentos en los que prima la incertidumbre.

La mayoría de las plazas bursátiles del continente europeo cerró con discretos avances que parecían una respuesta cautelosa ante unos datos poco optimistas sobre la evolución de la economía alemana. El índice de expectativas económicas de diciembre publicado por el instituto ZEW mostró un retroceso importante hasta casi el límite del nivel de crecimiento y, lo que es peor, acumula tres meses consecutivos de descenso. El otro instituto alemán, IFO, apuntaba en un informe que las barreras del crédito para nuevas inversiones y creación de empleo permanecen altas todavía.

Con este panorama, la mayoría de las plazas de la zona euro registraron movimientos mínimos, en parte como consecuencia de esos indicadores y, también, porque los inversores aprovecharon la coyuntura para afinar sus proyectos.

El Ibex 35 terminó la sesión con un avance del 0,25% que le permite mantenerse por encima de los 11.700 puntos, mientras que los valores medianos del mercado ganaron el 0,31% y los pequeños cedieron el 0,16%.

La atención de los inversores se centraba, sin embargo, en los datos publicados en Estados Unidos y, sobre todo, en su posible repercusión sobre la inminente decisión de la Reserva Federal sobre su política monetaria. La recuperación del sector financiero, medida por su capacidad para devolver las ayudas recibidas, lleva a muchos analistas a considerar la posibilidad de un cercano cambio en la política monetaria, aunque los indicadores de actividad muestran todavía una trayectoria demasiado irregular.

Otro asunto que despertaba gran interés, sobre todo entre los analistas, era el posible resultado de la subasta de liquidez del BCE a tipos de mercado, que va a marcar las pautas para el precio del dinero en el próximo ejercicio. Todos esperan una paulatina subida del Euríbor que beneficiará a las entidades financieras con mayores recursos y perjudicará al resto, lo que ya ha provocado algunos ajustes interesantes en las cotizaciones del sector bancario español.

La contratación en el Mercado Continuo subió hasta 4.195,90 millones de euros.