"El ordenador de Zapatero puede provocar miopía"

La Comunidad Valenciana no repartirá los portátiles del plan estatal Escuela 2.0 a los alumnos de 5º de Primaria este curso, como prevé el plan nacional que impulsó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Y no lo hará, entre otros motivos, porque el uso de pantallas favorece la miopía. Así lo confirmó ayer el consejero de Educación valenciano, Alejandro Font de Mora. "El ordenador de Zapatero puede provocar la miopización de muchos niños", dijo mostrando un portátil Toshiba NB 200 de 10 pulgadas.

El consejero ofreció otros motivos para rechazar de plano el programa, entre otros que no incluye los gastos de instalación ni de mantenimiento y, por tanto, se niega a cofinanciar la adquisición de los 50.000 portátiles que se requieren para informatizar las aulas valencianas. Y Font de Mora vistió su tesis con un informe de una fundación de oftalmología -de la que es patrona la Generalitat- que prevé "un cierto porcentaje de miopización inducida".

Las oftalmólogas Isabel Cid y Amparo Navea, de la Fundación Oftalmológica del Mediterráneo, advierten además de que "el aumento del número de horas diarias de utilización de VDT

de pequeño tamaño y sostenido durante años, podrá aumentar las posibilidades de aparición de problemas de convergencia y acomodación entre los niños". Aunque el informe extienden los riesgos a todos los tipos de VDT, incluyendo Internet y la televisión.

Las objeciones de la Generalitat al plan estatal costarán al sistema educativo valenciano 11,2 millones de euros. Ésta fue la cantidad que el Consejo de Ministros aprobó el 31 de julio para la distribución de créditos para la digitalización. Pero la falta de liquidez que atraviesa la Generalitat -que está a punto de perder otros 11 millones de 2008 del plan Educa 3- es la razón que más pesa detrás de esta decisión.

Font de Mora trató ayer de justificar su rechazo argumentando que los 125 euros por ordenador que pone el Gobierno "no suponen el 50% del coste real". Rodeado de portátiles, Font de Mora -que se hizo famoso por ordenar traducir al inglés las clases de Educación para la Ciudadanía sin contar con el profesorado ni el nivel de idiomas de los niños- acusó al ministerio de "inflexibilidad" y de imponer "unas condiciones draconianas" a las comunidades para un plan que calificó de "improvisado".

El Gobierno rechaza estas acusaciones. En una carta de contestación del 3 de diciembre defiende que "en diferentes reuniones se ha puesto de manifiesto el amplio margen de flexibilidad en la aplicación de este programa que ha hecho posible el acuerdo con todas las comunidades autónomas, incorporando las adaptaciones necesarias en cada caso". Por ejemplo, se ha adaptado al software libre implantado en las aulas de Extremadura. Y Cataluña -que en septiembre estrenó su propio plan de digitalización en 190 colegios de Primaria- suscribió ayer el convenio de Escuela 2.0 con el ministro Ángel Gabilondo, aunque con una diferencia. Ambas administraciones pondrán 15,4 millones cada una para que los portátiles lleguen a las aulas de Secundaria.

En su carta a Alejandro Font de Mora, el Ministerio de Educación afirma: "No podemos dejar de considerar que la ausencia de avances mínimos en este proceso debe entenderse, a estas alturas del año, como una manifestación de la decisión de esta consejería de no participar este año en Escuela 2.0". El consejero valenciano sostiene que no es el único en desmarcarse del proyecto: "Ni Madrid ni Murcia están en el plan", dijo, lo que con las conversaciones en marcha está aún por ver.