Entrada denegada
Uno de los derechos que mejor define a la Europa moderna es el libre movimiento de personas. Cualquier ciudadano de un país miembro puede entrar e incluso trabajar en otro país europeo sin necesidad de un visado especial. Ser consciente de la importancia de este derecho me hace reflexionar acerca de lo desvalido que uno se tiene que sentir cuando tu Gobierno te deniega la entrada a tu país. Y es que la realidad supera la ficción, Aminetu Haidar está viviendo la misma situación, nada de cómica, que Victor Navorski en La terminal. Valga también de ejemplo los exiliados cubanos, más de lo mismo, con la diferencia de que en el caso de Aminetu recibe el merecido apoyo del Gobierno español que cuestiona con razón la intransigencia de las autoridades magrebíes. Pero, ¿por qué la vara de medir es distinta para unos y para otros? Creo que ser de izquierdas no debe primar sobre la condena y presión que el Gobierno no ejerce y debería acometer con la dictadura cubana.
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