Habla el amigo de 'madame'
Banier dice que es desinteresada su relación con la dueña de L'Oréal - Un tribunal rechaza someter a tutela a Bettencourt
"El escándalo siempre ha ido tras de mí.(...) Estoy acostumbrado a los rumores calumniosos". El fotógrafo y escritor François-Marie Banier, de 62 años, habla así al diario francés Le Monde, en la primera y única entrevista que concede desde que hace un año fuera acusado por Françoise Meyer-Bettencourt de "abusar de la debilidad" de su madre, Lilianne Bettencourt, de 87 años, heredera del grupo L'Oréal.
Un tribunal de Neuilly-sur-Seine desestimó ayer mismo la petición de la hija de Bettencourt de tutela judicial para la mujer que posee la tercera fortuna de Francia, declarándola incapaz de gestionarla. Según la denuncia, Banier ha recibido regalos de la mujer por 1.000 millones de euros.
Cuando se plantea directamente el asunto, a mitad de la entrevista, Banier ya ha desgranado su personalidad seducida por la creatividad y la fama. Con 25 años ya había escrito tres novelas y sólo con las amistades que salen en la entrevista se podría fundar un exclusivo club de fama, arte y fortuna: Dalí, Carolina de Monaco, Man Ray, Beckett, Mitterrand, Rachmaninoff, Johnny Deep... aunque quien más le marcó sin duda fue su padre: "Dicen que he sido un niño mimado, pero fui un niño muy solo y desgraciado. Mi padre me pegaba a diario; me cogía por los pies y me golpeaba la cabeza contra el suelo. Estaba tan empeñado en ser un burgués que me ocultó que había do un obrero de la Citroën". Contra los que le acusan de "vivir del cuento" espeta: "Yo he hecho 500.000 fotografías, he escrito ocho o diez novelas, pinto [...]. Una época me dediqué a poner nombres a perfumes, como el Poison de Dior, y gané mucho dinero". Pero nunca tanto como lo que recibió de Lilianne Bettancourt: "Todo lo que me ha dado no es nada comparado con lo que me ha enseñado, ese tesoro de optimismo, esperanza y elegancia que he disfrutado. ¡Veamos quién ha estado influenciado por el otro, si ella o yo!".
Banier, que no niega haber recibido tal cantidad de dinero -aunque dice que al principio lo rechazaba- , lo justifica: "Desde hace una década mis libros son financiados por L'Oréal. ¿Patrocinar es un delito?".
El fotógrafo habla a menudo con la millonaria, quien, según él, está muy tranquila a pesar de que su hija ha iniciado un proceso para incapacitarla: "Mi hija tendrá mucho, pero yo todavía voy a vivir cinco minutos". Parte de ese precioso tiempo se lo dedica, como tantas cosas de valor, a Banier: "Ayer mismo me llamó por teléfono; hemos quedado mañana para comer", anuncia el seductor.
Mañana, Banier declara ante el juez por los regalos que recibió de su amiga millonaria.
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