El Espanyol es un juguete roto
El Racing retuerce a un rival desquiciado, falto de fútbol y de gol
De mal en peor. El Espanyol se agrieta y carcome conforme transcurren las jornadas. Inició el torneo con un juego señorial, sugerente e incluso punzante. Un gozo para la vista porque jugaba en campo rival, mezclaba en posiciones avanzadas y tumbaba a los rivales. Todo se ha desvanecido. No juega una castaña y el Racing, sin despeinarse y con un fútbol escaso, le sonrojó con cuatro goles. Se reanimó el equipo cántabro ante el Espanyol, un juguete roto.
La revolución de Pochettino no evitó la derrota. A grandes males, grandes remedios. O eso pensó. Hastiado de la mala dinámica del equipo, el técnico decidió reconfigurarlo por completo. Una cirugía estética; una pérdida parcial de la identidad. Quizá, consciente ya de que el Espanyol no tiene el pie necesario para desplegar un fútbol de salón, Pochettino apostó por el músculo. Al tiempo, tiró de juventud. Una muestra más de que no atiende al carné de identidad. Le salió el tiro por la culata.
ESPANYOL 0 - RACING 4
Espanyol: Kameni; Pillud, Pareja, Víctor Ruiz, Chica; Forlín, Baena (Nakamura, m. 52); Corominas, Luis García (Iván Alonso, m. 52), Ben Sahar (Tamudo, m. 62); y Callejón. No utilizados: Cristian Álvarez; Márquez, Verdú y Ángel.
Racing: Toño; Morris (Oriol, m. 61), Henrique, Torrejón, Christian; Colsa, Lacen; Munitis, Canales (Luis García, m. 72), Óscar Serrano (Arana, m.79); y Tchité. No utilizados: Coltorti; Geijo, Diop y Moratón.
Goles: 0-1. M. 47. Henrique. 0-2. M. 51. Canales. 0-3. M. 57. Tchité, de penalti. 0-4. M. 71. Canales.
Árbitro: D. Ferreiro. Amonestó a Morris, Serrano, Tchité, Colsa, Forlín y Ruiz.
25.180 espectadores en Cornellà-El Prat.
Para el Racing el partido fue de lo más sencillo. Se propuso dejar la portería a cero y no sufrió en su cometido. Abigarrada la medular y en un ejercicio óptimo de ayudas, situó dos líneas de contención cogidas de la mano, en apenas 30 metros. Una estratagema idónea para derruir el juego del Espanyol, incapaz de encontrar rendijas mediante pases interiores o dotar de profundidad al equipo con asistencias. No tiene pase y menos remate.
Al Racing le alcanzó con bien poco. Un cabezazo de Henrique a la salida de una falta desencadenó una goleada presidida por la sutileza de Canales. La hinchada optó por abandonar la grada antes de tiempo después de seis jornadas sin ganar, cuatro partidos sin marcar y 12 goles en contra en cinco encuentros. Y el sábado visita al líder.
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