Dificultades para la competitividad

Se repite que nuestra competitividad es deficiente y se señalan causas. Hay una circunstancia nuestra que tara la competitividad y que rara vez se menciona: la capacidad legisladora de nuestras 17 autonomías, innecesaria en ciertos temas. Esa capacidad legisladora se extiende a campos en los que la diversidad de normas en el territorio del Estado perjudica la actividad económica.

¿Tiene sentido tener 17 leyes o normas diferentes para temas sobre industria, comercio, medio ambiente, habilitación de profesionales y empresas? ¿No sería mucho mejor que para todas esas actividades tuviéramos un solo cuerpo normativo, o incluso que, además, nos esforzáramos en que fuera igual que los de Portugal y Francia, por ejemplo? ¿Por qué despreciamos la eficacia, la facilidad para tantas gestiones económicas, la cohesión social, que esa unidad de normas tendría como consecuencia? En este aspecto parece que navegamos a contracorriente de la UE. Muchas de las leyes "particulares" que se crean en los Parlamentos de nuestras 17 autonomías son un obstáculo a la competitividad; una tarea peor que inútil.