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Ashton ofrece una "diplomacia tranquila" para la nueva UE

La alta representante rebate las dudas sobre su idoneidad

Andreu Missé

Catherine Ashton salió ayer airosa de su primera comparecencia ante el Parlamento Europeo como alta representante de la Política Exterior de la Unión. Un día después de su toma de posesión, Ashton sorprendió a los parlamentarios por el aplomo en sus respuestas. "Creo en la diplomacia tranquila", fue su principal mensaje. Ashton apostó por que Europa haga más "por emplear toda su fuerza" políticamente.

La sucesora de Javier Solana en el Consejo Europeo, y de Benita Ferrero-Waldner en la Comisión Europea, aseguró: "No voy a ser una extensión del Gobierno británico", y recordó que había sido nombrada "por los 27 Estados miembros, y voy a reflejar la posición de la Unión Europea", desbaratando así las reticencias que despierta por proceder de un país reacio a la acción común de la Unión en política exterior.

"En mi país me ven como proeuropea y me siento muy orgullosa de ello"

Ashton señaló: "Es verdad que en mi país soy conocida por ser proeuropea y me siento orgullosa por ello".

La nueva ministra de Exteriores de Europa fue muy prudente respecto a los principales conflictos internacionales, mostrándose partidaria de la negociación pero sin descartar "empezar con las sanciones" en el caso de Irán.

Ashton, con larga militancia en el Partido Laborista, respondió con convicción a las críticas, sobre todo procedentes de los parlamentarios conservadores británicos, que le reprocharon su falta de experiencia en relaciones exteriores o su pasado vinculado a organizaciones comunistas. Al primer reproche, formulado por el euroescéptico Charles Tannock, del grupo de Conservadores y Reformistas Europeos, la alta representante contestó: "Mis aptitudes son las adecuadas para este cargo", y recordó sus "28 años de experiencia en negociaciones y construyendo consensos".

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Aunque Ashton no ha sido nunca elegida por votación para ningún cargo, como se le ha echado en cara desde su elección por el Consejo Europeo, cuenta con una larga experiencia política en diversos campos. En su trayectoria destaca su gestión de la reforma del Servicio de Salud británico y como ministra de Derechos Humanos y Justicia, lo que le llevó a presidir el Consejo de Justicia e Interior de la Unión.

Ha sido presidenta de la Cámara de los Lores y últimamente comisaria europea de Comercio. Como tal, completó las negociaciones del mayor acuerdo comercial entre la UE y Corea del Sur. El presidente del Partido Socialista Europeo (PSE), Poul Nyrup Rasmussen, aseguró que la "habilidad de la diplomacia tranquila de Ashton permitirá reforzar la influencia europea en el escenario internacional".

A la pregunta de si ha recibido dinero de algún país del bloque comunista, formulada por el eurodiputado David Campbell Bannerman, del grupo derechista Europa de la Libertad y de la Democracia, Ashton replicó que no directamente, pero reconoció que muchos de los fondos de la campaña para el desarme nuclear, en la que ella participó en los ochenta, fueron recogidos como donativos en manifestaciones y es imposible saber de dónde procedían.

Respondiendo a José Ignacio Salafranca, del Partido Popular Europeo (PPE), expresó su deseo de colaborar con el Parlamento, pero tratando de "alcanzar el mayor factor común" entre los Veintisiete "en lugar del más bajo común denominador".

Ashton, durante su intervención en la Eurocámara en Bruselas.
Ashton, durante su intervención en la Eurocámara en Bruselas.REUTERS

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