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El ex secretario del Palau reconoce ahora que autorizó a Millet a cobrar 'bonus'

El abogado y ex secretario del Palau de la Música Raimon Bergós reconoció ayer que autorizó al entonces presidente de la entidad, Fèlix Millet, y a su mano derecha, Jordi Montull, a cobrar unos bonus extraordinarios de varios millones de euros en reconocimiento a su gestión al frente de la entidad. Es la primera vez que Bergós admite esa autorización, aunque ayer precisó al juez que si actuó así es porque se lo pidió Gemma Montull, ex directora administrativa de la entidad, porque ése era un documento que le requerían los auditores de Hacienda en 2008, cuando estaban realizando una inspección.

Para justificar esa autorización de cobro, Bergós explicó que Gemma Montull le aportó una fotocopia del libro de actas de la junta en que se acordó ese suplemento salarial y un borrador del propio certificado. Ese libro, sin embargo, ha desaparecido, aunque Bergós relató que tenía un segundo libro de actas en su poder.

Bergós culpa a Gemma Montull de la elaboración de las facturas falsas

En buena parte de sus respuestas, el abogado imputado desvió su responsabilidad en su predecesor como secretario del Palau de la Música, Joan Segura, y en Gemma Montull. De ella dijo que fue quien le facilitó las facturas falsas entregadas a Hacienda en el año 2008 para justificar salidas de efectivo de las cuentas del Palau de la Música y que las empresas que las firmaban no tenían relación alguna con el despacho jurídico, sólo con la institución cultural. Fèlix Millet y Jordi Montull responsabilizaron en su día a Bergós de la elaboración de las facturas falsas.

Bergós también fue preguntado sobre la fotocopia de una carta, incluida en la causa, que él remitió en 2005 a Jordi Montull para describirle una estrategia destinarla a "dejar fuera a alcance" de Hacienda temas de "imposible justificación fiscal". El imputado admitió que la redacción de esa carta puede ser desafortunada y dar pie a malentendidos, pero insistió en que en ningún momento se refirió a un posible desvío de fondos, sino a la obligación de responder ante Hacienda sobre algunos asuntos contables que podrían resultar dudosos.

Uno de esos asuntos, según Bergós, eran dos salidas de efectivo por importe de 25 millones de pesetas (150.000 euros) que el Palau de la Música atribuía a un convenio de colaboración con la Fundació Espai Catalunya, vinculada al actual dirigente de CDC Àngel Colom. Según Bergós, Gemma Montull le dijo que ese convenio con la Fundació Espai Catalunya era verbal y él le advirtió de que debía certificarse por escrito, por lo que se encargó de redactar un borrador del mismo y de enviárselo a la ex directora financiera, y desconoce qué sucedió posteriormente con el acuerdo

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Además de Bergós, el juez Juli Solaz citó ayer a declarar ayer a dos colaboradores suyos. Santiago Llopart se acogió a su derecho a no declarar y presentó un escrito de alegaciones ante el juez en el que argumenta que su relación con el Palau de la Música se limita al encargo de responder a los requerimientos de la Inspección de Hacienda, sin ninguna vinculación con las facturas falsas. En la misma línea de defensa se situó el economista Edmundo Quinta, quien alegó que era un colaborador externo del bufete Bergós, al que éste subcontrató en 2008.

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