Bilbao rescata su fallido gran pacto para garantizar prestaciones sociales

José Luis Bilbao rescató ayer su propuesta de un gran pacto en Euskadi para garantizar las prestaciones sociales. Cuatro años después del fallido plan lanzado ante las Juntas Generales de Vizcaya, el diputado general dijo que este acuerdo es necesario para asegurar la cobertura tanto a las personas en exclusión como a los mayores y dependientes. Aseguró que, para ello, se debe crear un fondo de financiación extraordinario que se nutra de "un nuevo impuesto, un recargo sobre los actuales o una nueva cotización".

En octubre de 2005, Bilbao formuló un pacto institucional para definir y financiar el gasto social como su gran propuesta en el inicio del curso político de ese año en Vizcaya, una iniciativa aplaudida por la oposición. Pero, tras una primera ronda de contactos, no hubo más y el asunto quedó en un cajón, al no convocar el diputado general la segunda ronda anunciada. "No nos volvió a llamar ni dio más explicaciones", aseguraron portavoces de los partidos de la oposición en Vizcaya. Ayer, en el coloquio de Forum Europa-Tribuna Euskadi, José Luis Bilbao dijo que aquel plan, en contra de lo sostenido por el resto de grupos políticos, no salió adelante "porque nadie nos aportó un papel para caminar juntos".

El diputado general dice que sólo el PNV ha "puesto orden" al Gobierno de López

Como hizo entonces, el diputado general aseguró ayer que la propuesta se trasladará a todas las instituciones y fuerzas políticas vascas. "Bastante es con plantear la propuesta y abrir un debate", se justificó al ser preguntado sobre la manera de financiar el nuevo fondo social. Agregó que las nuevas prestaciones sociales no se pueden desarrollar "sin saber cuánto es y quién lo paga", un viejo debate en Euskadi que nunca se ha resuelto y ha provocado la continua queja de los ayuntamientos, asfixiados económicamente por atender prestaciones que no son de su competencia.

El diputado general cargó contra el fraude en las prestaciones y, citando dos ejemplos concretos, incidió en que la lucha contra la exclusión no puede crear una "economía subsidiada", donde "una persona puede ganar más dinero sin trabajar que trabajando". Por eso, señaló que la renta básica debe ser sólo "el último recurso para los casos excepcionales".

Además de esta materia, Bilbao aprovecho su disertación para cargar contra el Gobierno socialista, del que dijo que no representa a una sociedad "mayoritariamente nacionalista" y que se sustenta en un "apoyo mediático sin precedentes desde el fin del franquismo". No ahorró críticas a un Ejecutivo "sin liderazgo, sin programa y con estrepitosos errores, que aún hoy continúan", y afirmó que sólo la actitud de su partido ha permitido hacer frente a la crisis económica con el acuerdo de estabilidad que propuso. "Aquí había un desgobierno y tuvo que el PNV a poner un poquito de orden".

Censuró a los dos socios de gobierno. Primero, al Ejecutivo socialista de Patxi López por "estar desaparecido en los procesos negociadores" de los últimos meses, y al Partido Popular, por apoyar los presupuestos pese a que se basa "en unas medidas fiscales a las que el propio PP va a votar en contra".

En el coloquio posterior, incidió en que los principales medios de comunicación "públicos y privados" están sosteniendo al nuevo Gobierno en Euskadi y negó cualquier responsabilidad de su partido en el veto puesto a la transferencia de las políticas activas de empleo. "Tiene gracia que el PNV, que no gobierna ni en Madrid ni en Vitoria, sea el obstáculo".

Defendió el aumento de la tributación impositiva a las Sicav (sociedades de inversión de capital variable, las que utilizan las grandes fortunas para pagar menos impuestos), aunque algunas abandonen su domicilio fiscal en Euskadi. Recordó, además, que desde 2006 "nos han costado dinero"; en concreto, casi 3,2 millones de euros a las arcas forales de Vizcaya.

Como otros dirigentes peneuvistas tanteados, no aclaró si es un posible candidato del PNV a lehendakari. "Esto toca a partir de 2011", dijo.