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Reportaje:BANDA SONORA

Rimas sobre la mala vida

Varios 'raperos' madrileños describen el lado hostil de la ciudad

Carlos Marcos

Suena un rap: "Madrid, aquí no hay jazmín, hay piedras / tragedias y comedias, cifras y condenas / quieres salir, Madrid aprieta". El autor es Mario Gaitán, 34 años, con nombre artístico El Sr. Rojo, un rapero que arranca sus rimas de las duras calles de Madrid, su principal fuente de inspiración. Mario vive en Embajadores, por donde pasea orgulloso con su camiseta de Public Enemy. El barrio rebosa actividad en un martes al caer la tarde. Un olor a pescado fresco surge de la puerta del mercado, que está a punto de echar el cierre.

Hay establecimientos regentados por chinos, restaurantes kebab y unas pistas municipales de baloncesto y fútbol donde sólo se ven balones y chavales en movimiento. Se grita con pasión: "Pasa el balón, coño, que estoy solo". Mario señala un establecimiento: "Mira, ése es el locutorio que suelo utilizar. Ahí es donde me conecto a Internet y donde he visto escenas que luego recito en mis canciones". Sí, escenas de la vida en el barrio: peleas con cabezas abiertas, robos a la luz del día, trapicheos con sustancias, broncas de parejas en quiebra. La vida, sin más. El Sr. Rojo encabeza un colectivo de raperos madrileños a los que les gusta escribir sobre la cara hostil de la ciudad.

Mario sabe de qué habla: trabaja como orientador para drogodependientes
"Soy un buscavidas. Me gano el pan aquí y allá", dice Wyz Montecristo

Cuando El Sr. Rojo canta "Madrid tiñe las canas con escamas" está diciendo que la ciudad envejece con la cocaína. Habla con datos en la mano: además de rapero, Mario es psicólogo y trabaja como orientador para personas con drogodependencias. "Aconsejamos a la gente", explica Mario, "que tiene problemas con las drogas para poder encontrar trabajo. Ellos están en una situación de riesgo de exclusión, y nosotros les entrenamos y les damos pautas para incorporarse a la vida laboral". Pero el principal caldo de cultivo para sus textos es el barrio. Un ejemplo de ello es su disco Madrid aprieta.

"¿Mi última inspiración? El otro día, cuando presencié cómo un chulo maltrataba a una prostituta". El que habla es Wyz Montecristo, el nombre de guerra de Fernando, de 26 años. La escena la presenció en Entrevías, zona por donde él callejea; también por Vallecas o Lavapiés. Rincones todos ellos duros. "Sin duda, hay una temática entre los raperos madrileños que nos hace diferentes a los del resto de España. Es hacerse eco de la parte dramática de nuestra ciudad", reflexiona Wyz. Habla arrastrando las palabras y con un acento que sólo puede forjarse tras muchas horas viviendo en los suburbios de la capital. "No conozco el lado amable de la ciudad. No me fío de nadie", señala, retador. Wyz informa de que muchos de sus amigos duermen en la cárcel y que él, de momento, se ha librado. "Soy un buscavidas. Me gano el pan aquí y allá. Espero que algún día pueda vivir del rap". Los especialistas le señalan como uno de los rimadores con más talento. Y eso que todavía no ha editado su disco, que llegará en 2010. Hasta entonces se puede visitar su página en MySpace.

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Aarón, 30 años, lleva rapeando desde 1998 en el grupo Hermanos Herméticos. Ésta es su presentación: "Soy criado y crecido en Malasaña. De ahí viene mi rap". Su canción Madrid centro dice: "Negros directos del mar al vertedero / taxis al infierno del crack, Madrid centro / carne por dinero en mitad de tu paseo... Chulos de traje gris... faltan garbanzos calientes, sobran cojones / de Conde a Embajadores, del Dos de a Lavapiés / nada es nuevo, nada personal / Madrid centro".

Aarón no tiene claro si existe un rap exclusivamente madrileño: "El hip-hop se ha universalizado: es un producto de las grandes ciudades, ya sea Madrid o Sevilla. Lo que sí es verdad es que nuestro acento es muy castizo y que hablamos de cosas que pasan en el barrio". Este rapero reconoce su relación amor-odio con la ciudad: "Quiero a Madrid porque he crecido aquí y me parece un lugar precioso, pero no me gusta el capitalismo exacerbado que nos invade y la deshumanización". Por eso sus textos acentúan la parte más oscura de la ciudad, las drogas, la prostitución, las diferencias entre ricos y pobres: "Me centro en el lado hostil, pero también intento humanizarlo y volcar en los textos emociones personales". Aarón, que trabaja de comercial, ha editado este año su segundo disco con Hermanos Herméticos, Conservarse frío.

Desde su piso de 30 metros cuadrados en Embajadores (420 euros al mes), tapizado hasta el techo con más de 2.000 vinilos, El Sr. Rojo convoca a todos los que quieran saber lo que es el rap callejero madrileño el 2 de diciembre en la sala Boite (Tetuán, 27). Será la presentación del disco Seguimos perdiendo y rimarán él, Hermanos Herméticos, Wyz Montecristo... Allí mostrarán unos versos que "son como fotografías de la ciudad". Queda dicho.

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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