La extraña actitud del testigo clave
Justo después de que el alcalde recibiera el disparo y antes de que lo empujaran por el terraplén, el acusado, Santiago Mainar, declaró haber visto los faros de un coche que subía hacia Fago. El presunto asesino contó cómo entonces subió al Mercedes del alcalde, condujo hasta el primer ensanche que se encontró y cambió de sentido el coche para deslumbrar al vehículo que venía y así poder ocultar el cadáver, que yacía en la cuneta.
El coche que se aproximaba era conducido por el médico Iñaki Bidegain, un vecino también enemistado con el regidor. Mainar aseguró a los agentes que se puso una linterna frontal en la cabeza, se acercó hasta el conductor y le ordenó que siguiera. A la mañana siguiente, Bidegain contó lo ocurrido a otros vecinos del pueblo, pero no a los agentes que lo buscaban.
El médico declaró ante el tribunal que estaba "casi seguro" de que la persona que se cruzó esa noche no era Mainar. Sin embargo, una agente de la UCO declaró el jueves que, en la reconstrucción judicial, se constató que en esas condiciones de luz, nada pudo distinguir.
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