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Saura pide al Constitucional que dimita

Montilla no le apoya, pero exige al Tribunal que respete el pacto del Estatuto

Lo han pedido en diferentes contextos y momentos dirigentes de Iniciativa, de Esquerra Republicana y de Convergència i Unió. Pero fue la primera vez que lo pedía un consejero de la Generalitat. Y, además, en Madrid, en el marco de un desayuno informativo del Fórum Europa. El titular de Interior y Relaciones Institucionales, Joan Saura, cargó ayer contra la legitimidad del Tribunal Constitucional y pidió "la dimisión en bloque de todos sus miembros para facilitar la renovación". El alto tribunal tiene sobre la mesa desde hace tres años el recurso del Partido Popular contra el Estatuto de Cataluña y Saura se refirió al "bloqueo" de una institución que, recordó, no ha sustituido a un magistrado que falleció, tiene otro recusado y otros cuatro han sobrepasado su mandato y no han sido relevados.

Varios miembros del Gobierno catalán comparten la crítica de Saura

Cuatro horas después, desde Andorra, el presidente de la Generalitat, José Montilla, se desmarcó de la opinión de su consejero y aseguró que no ha sido debatida ni consensuada en el seno del Gobierno catalán. "Lo ha dicho como responsable y presidente de Iniciativa", subrayó. Con su opinión, Montilla tranquilizaba, además, los ánimos de quienes contuvieron la respiración pensando en la crisis institucional que se produciría si fuera el Gobierno catalán el que pidiera la dimisión del alto tribunal.

Montilla sí manifestó que el Constitucional "debería agilizar sus trabajos, dictar sentencia, no hacer de tercera cámara y sentenciar que el Estatuto es plenamente constitucional". "Es lo que espera la sociedad catalana", añadió y acabó pidiendo al alto tribunal que no se doblegue "a las pretensiones de quienes querrían que hiciese el papel que no le corresponde, de legislador". También Saura se había referido a "interferencias" sobre el tribunal. Fuentes oficiales aseguraron que Montilla llamó por teléfono a Saura antes de desmarcarse públicamente de sus palabras.Las mismas fuentes interpretan en la llamada de Montilla a Saura -el Departamento de Interior no la confirmó argumentando que no tienen por costumbre comentar conversaciones privadas- que si bien el presidente no conocía exactamente qué diría su consejero, sí estaba advertido de que arremetería ante la tardanza del fallo.

De hecho, durante la tensa negociación del Estatuto, el consejero Saura ya expresó en varias ocasiones en Madrid opiniones compartidas, en mayor o menor medida, por sus socios de Gobierno pero que el delicado y complicado equilibrio que requiere el tripartito hace imposible que expresen otros. No es distinto ahora, y es bien conocido dentro del Consell Executiu que varios consejeros, los de Iniciativa y Esquerra Republicana por descontado, comparten las palabras de Saura.

Quien sí salió a toda velocidad a desmarcarse de la petición de dimisión del Constitucional fue el Partit dels Socialistes. "No compartimos en absoluto su declaración", seis palabras le bastaron al portavoz de los socialistas catalanes, Miquel Iceta para renegar de la opinión de Saura. Lo dijo al minuto de salir de la reunión de la ponencia que ayer comenzó a trabajar en la redacción de la Ley Electoral Catalana. Una por una, las repitió después el diputado David Pérez.

Quienes sí aplaudieron la opinión de Joan Saura fueron sus compañeros de formación y los socios de ERC. Al diputado ecosocialista y miembro de la ejecutiva del partido, Jaume Bosch, las palabras del presidente de la formación le parecieron "perfectas". "Lo hemos valorado en la dirección de ICV en anteriores ocasiones", aseguró y añadió que ante la situación de interinidad del Constitucional "lo mejor sería la dimisión". Por su parte, la portavoz parlamentaria de ERC, Anna Simó, consideró que la dimisión de los magistrados del Constitucional "sería muy saludable". Simó interpretó las palabras de Saura como "muy loables. Está muy bien que lo haya hecho", dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Mucho más tamizada fue la reacción de Convergència i Unió, pese a que su presidente, Artur Mas, también pidió la semana pasada el cese del tribunal. Ayer evitó valorar directamente las palabras de Saura y se limitó a apremiar al TC a poner fin al "esperpéntico" retraso en la sentencia del Estatuto. En el Parlament, el portavoz adjunto de la coalición nacionalista, Josep Maria Pelegrí, centró su valoración en subrayar "la división que existe en el Gobierno tripartito" y resaltó, contradiciendo a Mas, que si los magistrados "tienen que dictar sentencia no pueden dimitir ahora". Además, señaló como "responsables de todo esto" al "PSOE y el PP".

Precisamente desde las filas populares, el diputado Josep Llobet instó al presidente Montilla a desautorizar a Saura -como luego hizo- por su "irresponsabilidad". Llobet expresó su "enérgica repulsa" hacia las declaraciones del consejero y le exigió que respete "la división de poderes y deje de presionar al TC", aunque también deseó que dicte una sentencia sobre el Estatuto lo más pronto posible.

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