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Mendia anuncia "un enorme esfuerzo" de consenso para las principales leyes

La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, consideró ayer la aprobación del calendario legislativo que marca el ritmo normativo para todo su mandato como "la prueba del nueve" del liderazgo del lehendakari Patxi López, y de que el Ejecutivo tiene "una acción política planificada, coherente y coordinada". "El Gobierno sabe lo que quiere y tiene un programa para los próximos cuatro años", recalcó. Su propósito es que, al menos las leyes más importantes, lleven el aval de los tres principales grupos de la Cámara, PNV, PSE y PP. La portavoz destacó la presentación del calendario legislativo, eliminada en 2005 por el anterior Gobierno, como "un ejercicio de regeneración democrática y transparencia", y anunció que el Ejecutivo hará "un enorme esfuerzo" para llegar a acuerdos con el mayor número de grupos parlamentarios, además de con su socio preferente, el PP.

El Gobierno quiere que tengan, al menos, el respaldo del PP y PNV

El documento contiene el compromiso de llevar al Parlamento 48 proyectos de ley, uno en este período de sesiones, 25 el año próximo, 17 de 2011 y seis en 2012. Los consejeros estarán obligados a rendir cuentas cada seis meses de la actividad legislativa. El Departamento de Economía y Hacienda será el más activo, con nueve proyectos, mientras Educación presentará sólo uno. Industria no acomete ninguno propio. Presidencia someterá al Parlamento tres proyectos: la Ley Municipal, que Mendia consideró una de las prioritarias; la del Consejo de Igualdad, retrasada cinco años después de aprobarse en 2005 la Ley de Igualdad, y un proyecto ómnibus que está pendiente también desde 2006 y que debe adaptar varias leyes a una directiva europea de aquel año. Su objetivo es eliminar trabas administrativas al ejercicio de actividades profesionales y empresariales.

Mendia señaló que varias de las leyes contenidas en esta programación exigirán cambios puntuales en la Ley de Territorios Históricos, aunque ésta no aparece en el listado. La portavoz equiparó las dificultades y la exigencia de consenso de su eventual revisión a las que revestiría una reforma estatutaria. En todo casó, indicó, el calendario es "flexible" y puede verse alterado. Como ejemplo, la ley de Cajas, prevista para el último semestre de 2012, podría adelantarse si la fusión cobrara un impulso que lo exigiera, apuntó. Para leyes de ese alcance, sobre todo, Mendia consideró conveniente el mayor respaldo posible, pero "especialmente el del PNV y el PP".

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