Caixanova avanza a la plantilla cómo le afectará la alternativa a la fusión

Caixanova ya está explicándoles a los sindicatos cómo será su proceso de integración con otras cajas de fuera de Galicia a través de un SIP. Este sistema, llamado "fusión virtual", significa, con la participación de dos o más cajas, crear un holding común con el capital, la solvencia, la tesorería, la gestión de riesgos y la red de oficinas de fuera de la comunidad de origen.

Ante un centenar de empleados, el responsable de Banca de CIG explicó ayer en Ourense lo que el lunes les transmitió el director de la entidad viguesa, José Luis Pego: a través del SIP se creará un establecimiento financiero de crédito (no concretó si un banco u otro tipo de entidad), hacia el que la caja traspasará partes de su negocio. Y con ella, parte de su plantilla. "No nos dijeron con quién se plantea, sólo que Caixanova tiene muchas novias", señaló Clodomiro Montero.

Para la central nacionalista, "el SIP es la peor de las soluciones"

Para el sindicato nacionalista es "la peor de las soluciones", porque a la larga se perderá el carácter gallego de las cajas y porque en sus cálculos obligaría a suprimir 500 empleos tras 1.000 prejubilaciones que pagaría el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Caixanova incluso ha dado detalles sobre cómo se llevarían a cabo esas prejubilaciones y avanzó que el traspaso de personal podría hacerse a través de comisiones de servicio o mediante la contratación directa por parte de esa entidad que gestionará los servicios comunes.

Visto que la fusión con Caixa Galicia parece, por el momento, una misión imposible y teniendo en cuenta que ninguna de las dos quiere seguir como está, las centrales ya se están moviendo para explicar a sus afiliados qué futuro se abre a corto plazo.

Reconocen que la espera es "tremenda", para cerca de 7.000 personas cuya nómina depende de una de las dos cajas gallegas. Tanto CIG como CCOO y UGT se niegan a creer que la fórmula por la que quiere optar Caixanova -y que ahora tantea Caixa Galicia- tenga marcha atrás, como defiende José Luis Pego: "No es un paraguas que puedas abrir y cerrar, es un contrato que conduce a una fusión", apunta desde Comisiones Julián Valiente.

Tampoco está del todo claro para las centrales que la Xunta pueda vetar esta integración virtual que ya ensayan Caja Navarra y Canarias: "En la Lei de Caixas sólo se habla de vetos a fusiones, no de una SIP", mantiene Montero. De hecho, gobiernos autónomos como el madrileño se han apresurado a introducir reformas legislativas en las últimas semanas para tener la última palabra en este tipo de integraciones. Facenda, sin embargo, defiende que tal y como está la ley, cualquier opción tendrá que pasar por sus manos.

La sección sindical de banca del sindicato nacionalista, que se inclina por una fusión entre cajas gallegas antes que alianzas externas, cree que lo que no se está cuestionando en ninguna de las posibilidades es el estatus de los directivos: "Lo único que se mantendrá con esto es el reparto de poder entre Méndez y Gayoso, la continuidad de los gestores está garantizada", acusó Montero durante la asamblea de ayer. Tanto él como los responsables de banca del resto de sindicatos critican que las plantillas se están quedando al margen, por lo que tienen pocos elementos para juzgar cuál es la mejor opción para las cajas.

Hoy será UGT la que presente, a través de sus responsables sindicales en Caixa Galicia y Caixanova, su estrategia ante los más que previsibles movimientos en el sector.