Millet y Montull gastaron 2,3 millones del Palau en sus casas

El ex presidente del Palau de la Música, Fèlix Millet, y su mano derecha, Jordi Montull, se quedaron cortos en su confesión. Los dos imputados por el juez desviaron al menos 2,31 millones de euros del Palau de la Música para obras, mobiliario e instalaciones de sus domicilios particulares, según indican las auditorías elaboradas por Deloitte y la Generalitat. Hasta ahora, Millet y Montull declararon haber destinado 1,6 millones para reformar sus casas.

El análisis de las tres entidades que gestionan el Palau de la Música trató de rastrear el destino de los fondos desviados por Millet y Montull, a falta de poder examinar 43 cuentas a cuyos extractos bancarios los auditores todavía no han podido acceder. La mayor parte de ese dinero fue a sufragar las obras de la casa de Millet en L'Ametlla del Vallès. La empresa Triobra facturó al Palau de la Música 1,25 millones por trabajos que desempeñó en la residencia particular de Millet. De esta cantidad, 445.000 euros provenían de subvenciones.

Triobra no fue la única empresa que cobró del Palau dinero que Millet debería haber pagado de su bolsillo. También lo hicieron FM2 (215.127,6 euros), Instal·lacions i Manteniments Tècnics de Catalunya (85.000 euros), Clos (440.886 euros) y Servison (89.649 euros). Incluso el grupo francés Eiffage (que absorbió la empresa FM2) participó, según la auditoría, en esa práctica al cobrar al Palau 252.500 euros para trabajos en el domicilio de Millet.

No obstante, el fraude puede ser mayor. Los auditores advierten de que hay documentación en el juzgado que todavía no han podido revisar, por lo que el cálculo de 23,7 millones desviados podría incluso quedarse corto.

Estas empresas son parte de las que el fiscal cita por falsificar facturas para justificar pagos realizados en 2003 y que Millet no pudo justificar en la inspección de Hacienda. Pero de la auditoría se desprende que no se trata de empresas pequeñas ni pantalla. Los auditores señalan que estas sociedades estaban vinculadas a través de Francisco Mañaricua, socio de FM2 y de Triobra, que a la vez está vinculada a GPO Ingeniería, otra de las empresas que participaron en las obras de ampliación del edificio modernista.

Estas cinco sociedades, además, entre 2000 y 2009 facturaron 8,32 millones de euros a la fundación y la asociación Orfeó Català. El informe de Deloitte no detalla con precisión qué tipo de obras se realizaron en el domicilio de Millet, aunque fuentes cercanas al Palau recordaron que el imputado se hizo construir un auténtico auditorio en su casa con dinero de la institución.

Aun así, el informe de la Intervención de la Generalitat indica que Millet se hizo con un equipo audiovisual para su casa que costaba 21.200 euros, y que compró un ordenador portátil de 2.000 euros que nunca apareció por las dependencias del Palau de la Música. Los interventores también advirtieron de que la empresa Vigilancia y Sistemas de Seguridad cobraba al Consorcio, integrado por las administraciones, las tareas de seguridad de las viviendas de Millet. En tres años le facturó 7.727 euros.