"América Latina tiene que hablar con una voz única"

Que haya tres países latinoamericanos en el G-20 (México, Brasil y Argentina) es una excelente oportunidad para que se atiendan las demandas de la región, opina el ex presidente de Chile Ricardo Lagos (Santiago, 1938). Sin embargo, eso no se conseguirá nunca si antes no se consensúan las posiciones. No se trata de buscar una portavocía, o un líder único, cuando toda la región mira de reojo a Brasil. "Latinoamérica tiene que hablar con una voz única, que todos los países hablen al unísono", enfatiza.

Más allá de la retórica, no parece tarea sencilla si se tiene en cuenta el panorama actual, con la crisis en Honduras sin solucionar y con la tensión en la frontera entre Colombia y Venezuela. Sobre lo primero, Lagos no vislumbra una salida antes de las elecciones del próximo 29 de noviembre. "Ambas partes tienen una percepción distinta del acuerdo que firmaron. Es muy difícil que se vayan a volver a juntar Manuel Zelaya y Roberto Micheletti".

"Los que rodean al candidato Sebastián Piñera son herederos de Pinochet"

Sobre la crisis de Venezuela y Colombia, el presidente del Club de Madrid, que estuvo el martes en la Casa de América junto a Rodrigo Rato, lamenta que "muchas veces se usan este tipo de conflictos para evitar problemas internos. Me parece desproporcionado que se hable de guerra porque otro país haya firmado un acuerdo de fortalecimiento de sus fuerzas armadas [por el que Estados Unidos podrá utilizar siete bases militares colombianas]. Pero claro, el Gobierno venezolano tiene algunos problemas internos... Es un camino peligroso recurrir a asuntos de política externa para resolver la política interna".

Otro asunto que atañe al ex presidente chileno (2000-2006) son las elecciones que se celebrarán en su país el próximo 13 de diciembre, en las que el candidato de la derecha, el empresario Sebastián Piñera, parte como claro favorito. Serán los primeros comicios tras la muerte de Pinochet, aunque su sombra aún prevalece. "Piñera votó no en el plebiscito a Pinochet, eso no se discute. Sí me parece que los que están alrededor de él son todos herederos de Pinochet. Alguien me puede decir que las cosas han cambiado en los últimos 20 años. Sí, pero todos ocuparon puestos de importancia, comparten la idea, la ideología, y eso me parece más grave. Porque en el mundo de hoy ésa es una ideología en retroceso".

Lo que está claro es que tras una previsible segunda vuelta, Chile estará gobernada o por la derecha, por primera vez en 20 años; o por un ex presidente, Eduardo Frei; o por un candidato independiente, Marco Enríquez-Ominami, sin el apoyo de ningún partido concreto. ¿Hubiese sido bueno que la presidenta Michelle Bachelet pudiese haber optado a la reelección? "No, va en contra de un sentimiento nacional. A uno lo eligen con ciertas reglas, que no incluyen la reelección".