'Cursum honorum' europeo

La democracia es la forma política que más acerca las instituciones a la ciudadanía, esto es así porque nos hace sentir que formamos parte y somos partícipes de una colectividad, ya seamos acólitos o contestatarios del sistema tenemos la posibilidad de elección y en último término de decisión, además tanto la contestación como la rebeldía democrática son formas respetables de participación.

Sin embargo, cuando las propias instituciones tienden, ya sea por miedo al resultado o por falta de ambición política, a formas autocráticas en las que se toman decisiones fundamentales para el futuro político de la Unión, como es la elección del presidente de la Unión Europea, y a nosotros, los ciudadanos, se nos relega a ser meros espectadores del circo institucional, deriva en desafección hacia esa nebulosa administrativa llamada Europa.

Por lo que como europeo propongo que el presidente de la Unión sea elegido democráticamente por todos los ciudadanos de la Unión Europea; que dicha elección se haga a la vez en todo el continente, bajo el lema "Un hombre, un voto"; que se restrinja el acceso a la candidatura de ese cargo únicamente a ex presidentes de los distintos países europeos o regiones de los mismos; que una vez hayan sido elegidos presidentes de Europa no puedan volver a presentarse en sus respectivos países; que las campañas se circunscriban a debates públicos de todos los candidatos y que haya un portal al que todos los ciudadanos podamos acceder para recabar la información del programa político y nos podamos comunicar con los candidatos, estos medios deberían ser controlados y financiados por la Unión para evitar que sea elegido el candidato que más recursos pueda aportar a la campaña.

La idea sería crear una especie de meta final para una carrera política europea, una variante democrática de lo que fue el cursus honorum romano.