Vitoria mantiene en la revisión de su plan general la intención de crecer al sur

La posibilidad de construir en el sur de Vitoria se mantiene en los proyectos que maneja el Ayuntamiento de la ciudad para la próxima década. Aunque de manera solapada, así lo recoge el documento base del próximo plan general de ordenación de la capital alavesa, que, sin embargo, apuesta por un crecimiento sostenible de la ciudad, sin gastar suelo público, y protegiendo a sus 63 concejos de la especulación urbanística.

La excepción son los terrenos que se encuentran entre Lasarte y el extremo sur de la capital, bajo los Montes de Vitoria, para los que ahora se busca el reconocimiento de parque natural.

Los estudios previos para la revisión del actual plan, redactados por la consultora Mecsa, atienden todos los aspectos vinculados con el futuro de la ciudad, del patrimonio natural a los equipamientos urbanos, la movilidad o la actividad económica. Prevé un crecimiento en 41.000 habitantes para 2020 y censura la densidad residencial (40 viviendas por hectárea en la actualidad), que considera muy baja, por lo que aconseja un crecimiento dentro de la ciudad.

La propuesta resulta conservacionista hasta el punto de que sugiere trasladar el vertedero de Gardélegui por su ubicación junto a los Montes de Vitoria, para los que aconseja "otorgar una protección especial". Del mismo modo apuesta por "una protección efectiva a los cursos fluviales de manera que se garantice la conservación de las condiciones naturales de sus márgenes (...) evitando la ocupación o alteración de los cauces y riberas y garantizando su papel de corredor ecológico".

Densidad

En la que es la aportación más polémica del apartado dedicado al patrimonio natural indica que se han de "analizar con detalle las propuestas de desarrollo de suelo existente entre la ciudad y el núcleo de Lasarte", caballo de batalla del crecimiento de la ciudad, muy cuestionado por la oposición y el propio Centro de Estudios Ambientales municipal. El único estudio sobre esta posible urbanización, firmado por el catedrático de Urbanismo Ramón López de Lucio, ya advertía de los peligros de construir en esos terrenos.

Al mismo tiempo, el documento apuesta por ampliar la densidad de habitabilidad de los barrios para impulsar la actividad comercial, sin olvidar la ocupación de los numerosos vacíos que existen entre los diferentes distritos, "con nuevos usos y servicios que favorezcan la conectividad de la trama urbana". En resumen supone una apuesta decidida para que la ciudad se recupere a sí misma y no se disperse en nuevos ensanches.