La Generalitat aumentará el gasto en I+D+i y frenará las infraestructuras
Los presupuestos para 2010 destinarán más de 6.000 millones a inversiones
Gasto social y apuesta por la innovación para potenciar el añorado cambio de modelo productivo. Éstos son los principales ejes de los presupuestos de la Generalitat para 2010, que el Gobierno catalán aprobará este viernes, en un Consell Executiu extraordinario, y que, a continuación, el consejero Antoni Castells, llevará al Parlament. Las cuentas públicas para el año que viene estarán condicionadas por la crisis, pero no abandonan el acento keynesiano. Así, aunque la inversión pública bajará ligeramente, con relación a los más de 6.500 millones de euros que se presupuestaron para 2009, se mantendrá por encima de los 6.000 millones, la segunda cifra más importante de la historia, según fuentes del Gobierno catalán. Lo hará gracias a los 2.613 extras del nuevo modelo de financiación e incurriendo al déficit.
Los presupuestos del año que viene crecerán -los de 2009 rozaron los 37.000 millones de euros- , pero la crisis ha obligado al tripartito a ser mucho más selectivo con las inversiones. Según ha podido saber este diario, priorizará la inversión en infraestructuras, en línea con el recorte del gasto que el Gobierno catalán anunció a finales de junio para contener el déficit. Los equipamientos y los servicios públicos (simplificando: maestros, médicos y Mossos, o lo que es lo mismo: escuelas y centros sanitarios) estarán por delante de las carreteras menos urgentes. Esto hace prever que el gasto social seguirá representando más de la mitad de los presupuestos, una de las tradiciones del tripartito.
La segunda característica de las cuentas de la Generalitat es que, a diferencia de los Presupuestos Generales del Estado, crece la inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). El presupuesto de este capítulo para este año ya creció el 34%, hasta superar los 512 millones de euros.
Por los motivos anteriores, la Generalitat volverá a tener déficit el año que viene. El límite, según el pacto alcanzado por todas las comunidades autónomas con el Gobierno en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, es del 2,5% del producto interior bruto (PIB). Pero en esa misma reunión, el consejero Castells advirtió de que las autonomías lo habían aprobado sabiendo que era insuficiente y que el déficit en que incurrirían en 2010 superaría con toda probabilidad ese 2,5%.
Y es que tanto Castells como el presidente de la Generalitat, José Montilla, ya avanzaron en su día que el dinero extra procedente del nuevo modelo de financiación -que el año que viene aún llegará por transferencia, no vía cesta de impuestos, ya que las Cortes todavía no han aprobado la LOFCA- no se destinaría a enjugar el déficit, sino a seguir inyectando dinero a la economía.
El problema es que el desplome de los ingresos tributarios, que hasta ahora se ha cebado en los impuestos cedidos (básicamente los vinculados a la construcción y al mercado inmobiliario), también alcanzarán a los impuestos participados (IRPF, IVA y especiales), debido, en gran parte, al enorme fallo de cálculo del Gobierno central, que en el pasado estimó mal los recursos. Solución: más déficit.
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