Tirar de la manta

Traigo noticias de la NBA. Según unas extrapolaciones parecidas a las que usan los operadores de los fondos de cobertura en los bancos de mi hermoso país, los Wizards de Washington, tras ganar su primer partido, están en condiciones de terminar la temporada con un 82-0.

Por otra parte, la estrella novata de los Clippers de Los Ángeles, Blake Griffin, se ha roto una rótula. Los Clippers aseguran que la recuperación de Griffin será rápida, que no le presionarán para que se reincorpore antes de tiempo a fin de que esta franquicia en apuros pueda salvar la temporada. También aseguran que no hay ninguna posibilidad de que envíe un tweet ofensivo a altas horas de la noche desde un night club de Los Ángeles con Lindsay Lohan colgada de su brazo ofreciéndole sustancias químicas para ayudarle a recuperarse.

Y esto desde Cleveland, donde los Cavaliers de LeBron James perdieron su primer partido en casa de la temporada tras conseguir el curso pasado un 87,5% de victorias en su feudo. Todo está bien en la carrera por el campeonato. Sin perjuicio de que un hombre que llevaba una bombona de oxígeno fuera más rápido que Shaquille O'Neal cuando éste se movía por la cancha durante el tercer cuarto.

Y, para acabar, nos llega del departamento de relaciones públicas de la NBA esta historia que os alegrará el día: la NBA pidió amablemente al ex árbitro Tim Donaghy que retirara sus memorias, tituladas Blowing the Whistle (literalmente, pitar, pero que también puede significar "tirar de la manta"), porque a la Liga no le gusta la combinación entre el negro y el blanco que su editor usó en la portada del libro. La NBA asegura que el contenido del libro le es indiferente y afirma que no le importaría abrir un debate acerca del grado de control sobre los resultados de los partidos de la NBA del que gozan tres seres humanos posiblemente corruptibles. No; su verdadero problema es el blanco y el negro. Ésta es la respuesta que la NBA ha dado a Donaghy: "Colega, el libro está bien, pero tú deberías saber mejor que nadie que los árbitros visten de gris, de gris. Es verdad que hemos añadido algo de negro este año, pero esto es ahora y eso era antes. En tu época, era todo gris, así que cambia la portada. Y entonces estaremos encantados de dar el visto bueno a la parte en la que dices que tú y tus colegas árbitros apostábais antes de los partidos a ver quién se pasaba más tiempo sin pitar una falta".

Va a ser un año sin controversias y, si se lo creen, les puedo vender unas acciones de Bear Stearns. Lo prometo, esta vez será diferente.