San Sebastián aprueba por unanimidad la mayor operación inmobiliaria de su historia
Todos los grupos presentes en el Ayuntamiento de San Sebastián aprobaron ayer el plan parcial de Auditz Akular para el barrio de Altza, la operación urbanística más importante de la historia de la ciudad, que busca paliar el déficit de vivienda que arrastra la capital guipuzcoana. El plan prevé construir 2.800 pisos, de los que el 80% se destinará a vivienda protegida. Con la votación del pleno de ayer, el consistorio pone otro punto y aparte a un proyecto que necesitó nueve años de tramitación al verse envuelto en disputas políticas. Incluso llegó a desencadenar la ruptura del acuerdo de gobierno entre socialistas y populares en marzo de 2002.
El concejal de Urbanismo, el socialista Jorge Letamendia, recalcó en el pleno que se trata de un expediente de "vital importancia" para las capas sociales mayoritarias de la población donostiarra.
El barrio crecerá de sus 15.000 habitantes actuales hasta los 25.000 de Auditz Akular cuando terminen las obras -está previsto que comiencen en el segundo semestre de 2010-. Con su nueva prolongación, el barrio llegará hasta la zona colindante con el término municipal de Pasaia. Incluso el PNV tuvo palabras de elogio para el proyecto y quiso recalcar su protagonismo en varios de los cambios adoptados.
Altza contará también con el segundo complejo deportivo más importante de la ciudad tras el de Anoeta y dará a la ciudad un nuevo pulmón verde, con más de 3.000 árboles, en su nuevo punto de encuentro con Pasaia Antxo y los barrios limítrofes de Rentería. El plan también prevé proteger los valores paisajísticos del espacio natural en el entorno de la regata de Molinao. E incluye mejorar la accesibilidad de la zona a través de un sistema general viario que lo circunvala, facilitando así las conexiones directas. Además, el nuevo diseño del enlace viario del centro comercial Garbera permitirá una verdadera "transformación", según la corporación, del entorno de Txingurri Gaina y Larratxo.
El Ayuntamiento ha preguntado al Departamento de Medio Ambiente si el proyecto debe o no someterse a una declaración de impacto ambiental, teniendo en cuenta que sus efectos ya fueron evaluados en el planeamiento de rango superior.
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