La policía registra seis peluquerías con 'final feliz'

La "proliferación" de peluquerías y centros de masajes gestionados por ciudadanos de origen chino en Barcelona ha llevado al Ayuntamiento a registrar media docena de ellos por segunda vez. Agentes de la Guardia Urbana, los Mossos d'Esquadra y del Cuerpo Nacional de Policía inspeccionaron ayer por la tarde establecimientos del Eixample, ante la sospecha de que se practica la prostitución de forma encubierta. A los locales chinos acuden a menudo clientes con intención de someterse a un final feliz, o sea, ser masturbados por las masajistas a cambio de 5 o 10 euros.

La Operación Permanente 2 -segunda parte de la que se llevó a cabo en febrero- permitió identificar a 47 trabajadores. De ellos, 17 fueron trasladados a dependencias de extranjería de la policía. Cuatro personas fueron imputadas por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores y el Ayuntamiento levantó, además, seis actas administrativas a los locales.

El intendente de la Guardia Urbana Sergi Amposta explicó, desde uno de los establecimientos registrados (situado en la calle de Roger de Flor) que el objetivo de la operación era constatar la oferta de servicios sexuales en centros cuya licencia no prevé esa actividad. Al final, y dadas las dificultades para pillar en flagrante a los clientes, sólo se demostró la existencia de prostitución en una de las peluquerías.