'IN MEMÓRIAM'
Carmela Arias y Díaz de Rábago, un espíritu inmenso
CARLOS LEMA DEVESA
A principios de este verano tuve el privilegio de ser recibido por doña Carmela Arias, condesa de Fenosa, en su casa de A Coruña y de mantener con ella una grata conversación. Dentro de su frágil cuerpo latía un espíritu inmenso, que hoy impide hacerme a la idea de que doña Carmela ya no está entre nosotros, pues murió ayer, 27 de octubre, en su domicilio, a los 89 años.