Barberá coloca un medidor de polución en una zona verde
El Grupo Socialista del Ayuntamiento de Valencia acusó ayer a la Concejalía de Medio Ambiente de trampear con las cifras de la contaminación atmosférica. Según denunció el PSPV, el consistorio cambió, el pasado 6 de agosto, la ubicación de una de las estaciones de medición que mayores niveles de contaminación registraba, la de Nuevo Centro, y la trasladó a una zona verde junto al Parque de Cabecera. Para la concejal socialista Carmen del Río, el propósito de Barberá es reducir las cifras de la polución para alcanzar los objetivos europeos.
El PP, por su parte, defiende su estrategia argumentando que el traslado cumple con la normativa comunitaria y con la necesidad de reubicar dichos medidores debido al crecimiento de la ciudad.
Hace poco más de tres meses, la estación que mide la polución de una de las zonas más contaminadas por el tráfico rodado de la ciudad, ubicada en Nuevo Centro, fue trasladada a una zona ajardinada. De las seis estaciones que tiene Valencia distribuidas por toda la ciudad ya sólo quedan dos en zonas de tráfico denso, por lo que, según denunció el equipo socialista municipal, el consistorio está ocultando las cifras reales de polución. "Si siguen con esta estrategia, seguiremos siendo una ciudad contaminada, pero sin datos", manifestó Del Río.
Camuflar datos
Tal y como argumentó Del Río, la Concejalía de Medio Ambiente está camuflando los datos de la contaminación con el fin de cumplir la normativa europea, según la cual, el año que viene no se pueden superar los 40 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno (NO2). "Se ha pasado de registrar picos de hasta 100 microgramos de NO2 a la mitad", denunció el PSPV. Además, tantearon la posibilidad de recurrir los altos niveles de contaminación ante la Fiscalía de Medio Ambiente.
El quipo de Barberá, por el contrario, negó la máxima de los socialistas y se acogió al cumplimiento de la normativa europea. Según un informe del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, la ciudad debe contar con estaciones en zonas urbanas y suburbanas para obtener resultados que sean representativos de la exposición de las personas y del medio ambiente a los efectos de la contaminación. "No es por ocultar información, sino porque la Consejería de Medio Ambiente lo marca siguiendo directrices europeas", afirmó Lourdes Bernal, concejal de Sanidad y de Contaminación Acústica.
