ELA condiciona la creación del polo soberanista al final de la violencia
Emplaza a ETA a "dar pasos unilaterales" para acabar con el terrorismo
Polo soberanista sí, pero sin violencia. El Comité Nacional del sindicato ELA respondió ayer a los emplazamientos de la izquierda abertzale para articular un polo soberanista frente al Estado reclamando a Batasuna que apueste por unas vías "sólo políticas" y a ETA que "dé pasos unilaterales" para acabar con "la lucha armada".
Cuando todavía resuenan los ecos de la manifestación del pasado sábado en San Sebastián, convocada por los sindicatos nacionalistas contras las detenciones de Arnaldo Otegi y del ex secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga, y en la que también participó el PNV, el sindicato que dirige Adolfo Txiki Muñoz, quiso dejar claro que no es compatible hablar de concentración de fuerzas nacionalistas ni de "lucha social, civil y política, y actuar con lucha armada". Los 16 folios de reflexión del sindicato mayoritario están escritos en unos términos extremadamente duros contra el Estado, el PP, el PSOE y el PNV, a quienes atribuye, con mayor o menor grado de responsabilidad, "un recorte de las libertades y derechos fundamentales sin parangón en nuestro entorno".
Las frases
- Fotografías de presos: "La decisión de retirar las fotografías pretende invisibilizar la vulneración sistemática de derechos que ese colectivo padece".
- Legalización: "Que el único ministro que ha sobrevivido al GAL, el de Interior, decida no legalizar ninguna sigla incluso si condenase a ETA, es inaceptable".
- Secuestros y torturas: "Hay que llamar la atención sobre hechos como la desaparición de Jon Anza o los señalados por Alain Berasategi, como su secuestro y tortura".
- "Vía militar": "Sólo ETA no comparte el diagnóstico sobre el agotamiento de la vía militar, una decisión que favorece al pacto de Estado y a la razzia permanente sobre la izquierda abertzale"
"La transversalidad es un recurso retórico para vetar el cambio político"
El análisis, que en su parte más política podría ser asumido por todo el nacionalismo radical, se distancia sin embargo de la izquierda abertzale en la desautorización frontal de ETA y de las indecisiones de todo el MLNV a la hora de abandonar la violencia. La operación policial ordenada por el juez Garzón contra Otegi, Díez Usabiaga y los otros detenidos se justificó, precisamente, en que pretendían articular, bajo directrices de ETA, un polo soberanista que permitiera a Batasuna soslayar su ilegalización.
"El final la estrategia armada facilitaría la creación de escenarios que otorguen la iniciativa y el control del tiempo a quienes apuestan por la soberanía de nuestro pueblo, y no al Estado", manifestó Muñoz. ELA califica de "error" la decisión de ETA de volver a las armas tras el último proceso de paz, y advierte que los atentados "esterilizan" la acción de "miles de militantes que trabajan por la libertad".
El pronunciamiento condicionado de ELA frena un tanto las expectativas sobre una inmediata conformación de esa unidad de fuerzas nacionalistas alentada por la manifestación de San Sebastián. Sus convocantes fueron los sindicatos que alentaron la huelga general del pasado mayo, con la que recibieron, apenas quince días después de su toma de posesión, al nuevo Gobierno de Patxi López.
El documento estaba listo desde hacía una semana, pero ELA decidió aplazar su puesta de largo para reflexionar sobre las detenciones. Para ELA, detener a civiles comprometidos con "buscar soluciones", supone "una opción de Estado por el enquistamiento de los problemas".
En su reflexión, el sindicato rechaza también rotundamente el concepto de "transversalidad", del que dice que es "un recurso retórico y falso que utilizan los estatalistas [PSE y PP] para vetar el cambio político". En este sentido, reitera la necesidad de alcanzar la soberanía mediante la confrontación con el Estado, "porque no hay posibilidad de revisión del marco constitucional", y "ni siquiera de cumplimiento del actual marco estatutario", de la mano del PSOE y PP.
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