La Xunta insta a las universidades a que se adapten a la falta de fondos

"Si las universidades piensan que siempre tendrán recursos crecientes, ya pueden ir cambiando de política". La advertencia llegó ayer de la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, casi al término de su comparecencia parlamentaria para explicar el proyecto de Presupuestos. Después de soltar la frase no tardó ni cinco segundos en intentar suavizarla: "Esto no lo digo yo. Lo dijo [José María] Castellano en su discurso sobre la eficiencia en la universidad". La portavoz socialista, María José Caride, la había acusado poco antes de intentar desmantelar servicios públicos con una previsión que, dijo, llega "maquillada", y que restará al sistema de enseñanza superior diez millones de euros el año que viene.

Fernández: "No están los tiempos para pagar tres millones por U2"

Caride: "Son ustedes muy dados al maquillaje presupuestario"

Algo más de tres horas duró el debate que sirvió de estreno a la conselleira de Facenda en la defensa de sus primeros presupuestos. La oposición, sin tensar el tono de la confrontación, disparó sus dardos intentando dar la imagen de que son unas cuentas "que no dan respuesta a la crisis", (palabras de Fernando Blanco, del BNG), y que "suponen el apagón inversor" con una caída del dinero para obras del 14,4%, según el PSdeG. Hubo constantes alusiones al Xacobeo o "Xacobeíño" y al concierto de la banda irlandesa U2 que fue anulado porque, para Facenda, "no están los tiempos para pagar tres millones de euros", por una noche de música.

"Cuando se habla de lo que cuesta un artista hay que pensar en el efecto que puede tener, el retorno de esa medida", le respondió Blanco antes de acusar al PP de plantear unos presupuestos "raquíticos". Para defenderse, la conselleira volvió al mantra de los populares: "Lo importante no son los euros invertidos, sino su eficacia". Pese a todo, no dejó de mencionar que en 2010 habrá 43 millones dedicados al Año Santo frente a los 32 presupuestados hace seis.

En su intervención, María José Caride se centró en intentar desmontar el trabajo de Facenda, que tildó de "chapuza presupuestaria", acusando a la conselleira de haber abandonado "el rigor en las cifras", a fuerza de hablar de porcentajes y no de euros reales.

"Son ustedes muy dados al maquillaje. En esta Cámara no estamos para discutir los gastos extrapresupuestarios", afirmó, en referencia a los 140 millones que el Gobierno incluye en sus previsiones basándose en supuestos acuerdos con empresas para construir infraestructuras (hospitales y carreteras) que no figuran en el proyecto. "Después de la tan vendida austeridad, la verdad es que los sueldos de los altos cargos ya estaban congelados el año anterior", aseguró.

Según Caride, los gastos de funcionamiento de la Administración, lejos de disminuir, aumentan en 90 millones por el trasvase de partidas que antes se contabilizaban como gastos de funcionamiento y que ahora figuran entre las inversiones. Citó como ejemplo los peajes en sombra, una forma de financiar carreteras a plazos haciendo que la iniciativa privada asuma el coste de su construcción y puesta en marcha. La diputada socialista entró entonces en un terreno que domina Marta Fernández, que antes de contestar ironizó con que a Caride, "como buena economista no le gusta la contabilidad".

Apelando a la ortodoxia contable, la responsable de Facenda desmontó una a una las críticas socialistas y recordó que el bipartito autorizó en 2008 una operación de endeudamiento "contra toda lógica", pidiendo un crédito de 270 millones a pagar en 18 meses. "Fue una operación de tesorería insensata. Podríamos pensar que estaban pensando en no ganar las elecciones".

A lo que no contestó fue a la pregunta de cómo va a pagar la Xunta la sanidad pública con 38 millones de euros menos, o la educación, con 23 menos. "Si cree que Galicia puede salir de la crisis a cualquier precio, se equivoca", advirtió la oposición.

En su turno, el portavoz popular de economía, Pedro Puy, reiteró que "se mantiene el gasto social y el esfuerzo inversor pese a la caída de 1.300 millones en los ingresos", por la menor recaudación de impuestos y transferencias.