El juez deja libres a los saqueadores del Palau y sólo les quita el pasaporte
Millet confirma que pagó comisiones, pero se niega a identificar a quién
Fèlix Millet y Jordi Montull, los saqueadores del Palau de la Música, quedaron ayer en libertad con cargos tras declarar ante el juez durante casi tres horas por los presuntos delitos de apropiación indebida, malversación de caudales públicos y falsificación documental. Más de cuatro meses después de la querella que inició este proceso, el juez los había citado a declarar como imputados, pero la única medida cautelar que acordó contra ellos fue retirarles el pasaporte.
La fiscalía, así como los abogados del Consorcio del Palau de la Música y del Orfeó Català, reclamaron la prisión incondicional y sin fianza para ambos acusados, pero el magistrado Juli Solaz anunció de viva voz que rechaza la petición. El auto judicial que recoge esa decisión será notificado hoy. La fiscalía ya ha anunciado que lo recurrirá ante la Audiencia de Barcelona.
El titular del Juzgado de Instrucción 30 de Barcelona advirtió en el auto de imputación de Millet y Montull que el interrogatorio se limitaría a los hechos relatados en la querella del fiscal -el desvío de 2,3 millones de euros durante los años 2003 y 2004 en billetes de 500- y en los extremos que ambos reconocieron en la carta inculpatoria remitida al juzgado el pasado 15 de septiembre. Y así ocurrió. Éstas son las principales cuestiones sobre las que respondieron ambos acusados.
- Billetes de 500 euros para orquestas. Los dos acusados declararon al juez que el dinero extraído en billetes de 500 euros no se lo han quedado ellos, sino que sirvió para realizar pagos en dinero negro a las orquestas que actuaban en el Palau. Sin embargo, en la documentación intervenida por los Mossos d'Esquadra tras el registro realizado el 23 de julio no se ha encontrado ningún escrito que relacione esos pagos. Cuando fue preguntado por este extremo, Millet explicó que de estos asuntos se ocupaba Montull, que era el director administrativo del Orfeó. Éste, a su vez, relató que no lo apuntó en ningún documento porque se fiaba de su memoria.
- Abono de comisiones. Millet lo confesó en su carta inculpatoria remitida al juez y que también suscribió Montull. Ayer confirmó que hizo esos pagos, pero se negó a dar los nombres de los beneficiarios con el pretexto de que no quería perjudicarles y de que éstos lo negarían. Sí reconoció, sin embargo, que uno de los beneficiarios fue Manuel Carreras Fisas, vicepresidente tercero de la Fundación Orfeó Català y que tenía una asignación fija de 12.000 euros mensuales por este concepto.
- Pagos a la fundación Trias Fargas. El fiscal preguntó si se habían realizado otra clase de pagos distintos de los confesados, en referencia implícita al dinero desviado a la Fundación Trias Fargas, vinculada a Convergència Democràtica de Catalunya, que recibió 630.000 euros del Palau. Millet se limitó a responder que sí Después de muchos días de titubeos, el presidente de CiU, Artur Mas, anunció ayer que devolverían ese dinero, aunque no de forma inmediata para que no se entienda que el partido actuó de manera ilegal.
- Cobro de primas millonarias. Millet también confesó que estuvo varios años cobrando más de un millón anual en concepto de bonus, al amparo de una previsión que figura en el acta fundacional de la entidad. En realidad, esa anotación como tal no existe, sino que fue incorporada al registrar los estatutos en la Generalitat. En cualquier caso, Millet aclaró que hasta 2008 cobró en dinero negro, que ese año se incorporó a la nómina ese concepto y que en 2009 lo percibió a través de sociedades pantalla.
- Gemma Montull, exculpada. La querella de la fiscalía se dirige también contra Gemma Montull, hija del acusado, y contra los ex tesoreros del Orfeó Pau Duran y Enric Álvarez. El juez no se ha pronunciado todavía sobre ellos con el argumento de que no han confesado. Con todo, Jordi Montull aprovechó ayer su declaración para exculpar a su hija, de la que dijo que era una administrativa, a pesar de que tuviera capacidad de decisión. Esta mujer intentó esconder un lápiz de memoria el día que los Mossos registraron el Palau. Contenía información que desvelaba el supuesto desvío de otros 1,7 millones de euros a través de empresas pantalla propiedad de su padre o de Millet. También contenía información sobre la venta de un local al Orfeó por tres millones de euros, a través de una empresa de Millet y Montull. El inmueble estaba tasado en la mitad, aunque al final no se materializó la venta, al ser descubierta por los nuevos gestores del Palau.
- Las esposas. Millet y Montull también aprovecharon su declaración para exculpar de cualquier responsabilidad a sus esposas. En el sumario consta que ambas mujeres figuran como administradoras de las sociedades pantalla Ausen Produccions y Bonoima, que sirvieron para facturar otros 663.301 euros al Palau de la Música por estudios de dudosa utilidad referidos, por ejemplo, al impacto de la celebración del centenario del Palau en las instituciones catalanas.
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