La patronal aplaude el proyecto de Presupuestos

Las líneas maestras de los Presupuestos de 2010 adelantadas por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no han gustado a todos por igual. Los 11.686 millones con los que contará la administración autonómica, que a falta de conocer el detalle de los gastos recortan 93 millones en sanidad y educación y aumentan el capítulo de inversiones productivas, son para la patronal gallega "oportunos y adecuados".

Antonio Fontenla, presidente de la CEG, cree que rebajar la previsión de crecimiento de la economía gallega del 0,7% al 0,2%, "se ajusta con mayor precisión a la realidad", en un año que se presenta complicado. Las cuentas aciertan, según la patronal, en esforzarse en la austeridad e incluso en recurrir al máximo nivel de deuda permitido. "Sostengo que es una decisión adecuada, dado que es necesario que la actividad no decaiga", aseguró Fontenla a Europa Press. Una tesis que no está en consonancia con lo que opina la CEOE, preocupada por que los intereses de la deuda puedan lastrar las cuentas del Gobierno central en los Presupuestos Generales.

Otro aplauso llegó de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). Su presidente valoró que "mantengan las transferencias a las administraciones locales" en un año que va a ser "caótico" para los ayuntamientos.Las líneas maestras del proyecto de Presupuestos para 2010, que empresarios y ayuntamientos aplaudieron ayer por su esfuerzo en austeridad en un contexto de caída libre de los ingresos, no gustaron ni a los sindicatos ni al rector de la Universidad de Santiago, el único de Galicia que accedió a hacer una valoración.

El sistema de enseñanza superior recibirá 393,7 millones, diez menos que los presupuestados para este año. "No pedimos que reflejen una financiación acorde con los tiempos de cambio que vive la Universidad, ni reclamamos mínimas inversiones para la implantación de nuevos títulos, ni mejoras en infraestructuras. Pero de ahí a que perdamos recursos... Esto nos condena", alertó el rector Senén Barro. "Soy consciente de que el Gobierno autónomo lo tiene tremendamente difícil, pero las universidades ya vivimos con recursos muy ajustados", aseguró.

Igual de duros estuvieron los representantes de sanidad de los sindicatos. Para Javier Martínez (UGT), el hecho de que el gasto sanitario tenga una asignación de 3.728 millones, 60 menos de los proyectados por el bipartito para este año, "se explica con lo que el PP llama mejoras de gestión: pagamos menos en personal, privatizamos servicios para que sean más baratos, pero mantenemos el nivel de prestaciones. ¿Se lo cree alguien?".

"Se está ahorrando en el sistema público y se siguen derivando pacientes al privado. Esto no obedece a la prioridad de mantener el gasto social", atacó desde CIG María Xosé Abuín. Desde la Plataforma pola defensa da Sanidade, Manuel Martín vaticinó que la situación va a derivar "en un desastre que dejará a la sanidad en la UCI".

Los partidos políticos profundizaron más en el análisis de las cuentas que el lunes presentará en el Parlamento la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás.

El PP echó mano de lo anunciado por Alberto Núñez Feijóo quien destacó que proporcionalmente el peso del gasto social sube dos puntos y no se recurre a una subida de impuestos para contrarrestar la caída de la recaudación. Para su portavoz, Antonio Rodríguez Miranda, las cuentas "declaran la guerra al desempleo" y dejan sin argumentos a la oposición.

Desde las filas socialistas, su secretario general, Manuel Vázquez, replicó que "las prestaciones se pagan con euros, no con porcentajes". Para el BNG tienen truco: el gasto social crece porque también crece la partida que el Estado destina a Galicia para financiar la Dependencia.