El PSE consolidará a sus 'barones' en los congresos territoriales

Es hora de concretar por territorios. Tras el "exitoso" y apacible congreso nacional clausurado el pasado 4 de octubre en Bilbao, el PSE afrontará en los próximos días la sexta edición de sus cónclaves provinciales. Los de Vizcaya y Álava serán los primeros y coincidirán el próximo sábado 17, mientras que el de Guipúzcoa se desarrollará dos semanas más tarde. En todos ellos se ratificará la estrategia política del partido, aunque con distintos matices que ajustarán los objetivos al mapa de necesidades dibujado por cada organización. La continuidad de los tres secretarios generales parece garantizada; entre otras cosas porque la presencia del partido en frente del Gobierno vasco ha diluido cualquier tensión interna.

Los socialistas se proponen ganar presencia fuera de las capitales

En los congresos se aborda un medido relevo generacional

Pese a su nuevo cargo como portavoz en la ejecutiva de Euskadi, José Antonio Pastor seguirá al frente de los socialistas vizcaínos si no surgen contratiempos "improbables" antes de su congreso, el próximo sábado en el Palacio Euskalduna. El secretario general pretende consolidar a su organización, "la más potente del partido", con una dirección "sólida y fuerte" que, al igual que la nacional, incorporará caras nuevas para garantizar el relevo generacional. "La idea es reorganizar las secretarías con gente especializada en cada materia", asegura.

La gran ventaja es que el aparato vizcaíno del partido "no se ha resentido" por la llegada al Gobierno vasco. Las miras están puestas en las próximas elecciones municipales y forales, para las que el PSE se marca la meta ambiciosa de sustituir al PNV al frente del Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación. En el cónclave se impulsará también la creación de una nueva agrupación local en el valle de Arratia para "expandir la organización hacia comarcas y personas de distinto perfil".

Es este un objetivo que se comparte en Álava. Aprovechando las vacantes que han quedado tras la configuración de la nueva ejecutiva de Euskadi, la organización alavesa pretende incorporar ahora a su dirección a valores "de fuera de la capital" para extender su representación "hacia el conjunto" de la provincia, explica Txarli Prieto. Aunque es el barón territorial más cuestionado internamente, su reelección no corre peligro. De confirmarse, asumirá una ambiciosa "renovación" en la ejecutiva para planificar un horizonte "no a cuatro años, sino a ocho o doce".

La organización socialista alavesa debatirá en el hotel Lakua una ponencia política que desarrollará las líneas maestras de la ponencia aprobada el pasado fin de semana en Bilbao. "No es aún el momento de preparar un nuevo programa con las elecciones locales a dos años vista", apunta Prieto, quien define la cita de 2011 como "el gran objetivo" del partido, tras haber conseguido en las últimas citas electorales consolidarse como la primera fuerza. No obstante, considera que la "fragmentación" del mapa político vasco obligará a buscar acuerdos para gobernar. Pero no habrá precisiones en el cogreso sobre si las preferencias irán por el PNV o por un PP que no termina de hacer química con los socialistas alaveses. Los pactos quedan para cuando se abran las urnas dentro de año y medio.

Del congreso del PSE guipuzcoano, dos semanas más tarde, no se esperan grandes novedades, ya que está demasiado próximo al cónclave extraordinario del año pasado, cuando Iñaki Arriola sustituyó a Miguel Buen como secretario general. El también consejero del Gobierno vasco repetirá al frente de la organización y tampoco se esperan demasiados cambios en una ejecutiva provincial que ya ha introducido en los últimos tiempos nuevos miembros como Rafaela Romero o Ernesto Gasco. Está confirmada la salida del veterano José Morcillo, responsable hasta ahora de política municipal, que en adelante, se centrará en desempeñar su labor de juntero y concejal en el Ayuntamiento de Legazp-7d92d02fa038a

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