El PP teme que el escándalo de corrupción tumbe a Camps

El presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, tiene una granada en la mano a punto de estallar. Dentro del PP casi todos los dirigentes consultados asumen que la destitución del secretario general valenciano, Ricardo Costa, sirve para ganar tiempo pero implica un grave problema: deja a Camps sin cortafuegos, ante la evidencia de que el presidente fue el principal responsable de contratar a Álvaro Pérez, El Bigotes, al que él mismo llamaba en las Navidades de 2008 "amiguito del alma". "Éste es el principio del fin de Camps", señala un dirigente. La mayoría teme que los zaplanistas, instalados en Alicante, puedan llegar el martes al Comité Ejecutivo que destituirá al secretario general con una pregunta: si Costa se va por sus relaciones con El Bigotes, ¿por qué no se va por los mismos motivos Camps, que fue quien lo trajo a contratar con el PP valenciano y con la Generalitat?

"El principal problema de Camps se llama Ricardo Costa. Si habla, todo se va a complicar", sentencia otro dirigente. Según fuentes del PP valenciano, hasta el último momento Camps evitó pedirle la dimisión. Incluso le llegó a decir: "Para tu tranquilidad, que sepas que si te vas tú me voy yo".