"Pasará lo mismo con buen o mal humor"
¿Qué le ha gustado de la vida? Rápido titubeo. Luego responde: "Tener dinero y poder comprar lo que necesito. Dinero no tengo y salud, a medias. Humor sí tengo porque nos va a pasar lo mismo tengamos buen o mal humor". Francisca Costa Gavilán vive en Badalona y cumplió 100 años en abril. "No toma ni una pastilla. Sólo cuando tiene dolor de cabeza, de vez en cuando", dice su hija Ana, de 78 años.
Ha trabajado en su casa, pero también haciendo labores en otros domicilios. Tiene la cara alegre y, ante los informadores, alterna las sonrisas con alguna muestra de recelo.
Aunque trabajó mucho, como la mayoría de su generación, no cotizó a la Seguridad Social y no tiene una pensión propia. Cobra la de viudedad: 500 euros al mes. Su marido falleció en 1974.
Nació en Albo, en la provincia de Almería. Su familia emigró a Murcia cuando ella apenas tenía meses. Se casó antes de la Guerra Civil y se fue con su marido a trabajar a la ciudad francesa de Grenoble. Desde 1936 vive en Badalona. Tiene nada menos que 33 descendientes consanguíneos: seis hijos, 11 nietos, 15 bisnietos y una tataranieta. Vive en el barrio de Pep Ventura de esa ciudad metropolitana. Se vale por sí misma, pero siempre hay uno de sus hijos con ella en casa.
"¿Un consejo sobre la vida? Pues miren, si tienes cinco céntimos te los guardas y no se los des a nadie". Se levanta sin hora fija, a las nueve o las diez y se acuesta pronto, hacia las ocho. Vive en un primer piso sin ascensor. Hasta este verano iba a la calle a pasear, pero ahora ya no sale. "Bajar, baja, pero subir es más difícil", dice su hija.
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