Guillermo Endara, ex presidente de Panamá
Gobernó el país después de la invasión de Estados Unidos
Guillermo Endara Galimay, el presidente que asumió el poder en Panamá después de que los estadounidenses, con su invasión el 20 de diciembre de 1989, expulsaran del poder al dictador Manuel Antonio Noriega, murió el pasado 28 de septiembre, en su casa de la zona residencial de la Paitilla, en la capital. La causa fueron las complicaciones renales y circulatorias causadas por la diabetes. Tenía 73 años.
Apenas año y medio después de llegar al poder con la ayuda y las promesas de Estados Unidos, propuso al Parlamento una reforma de la Constitución en la que, entre otras cosas, quedaba abolido el Ejército en el país. Y es que habían sido décadas de forcejeo entre los militares y las fuerzas democráticas, que se saldaban casi siempre con los armados en el poder. Uno de los dictadores más famosos fue Omar Torrijos, cuyo discurso nacionalista sobre el control del canal -en manos de EE UU- lo aprovechó Noriega.
Golpes militares
También era nacionalista -pero en versión democrática- Arnulfo Arias Madrid, el líder del Partido Panameñista, quien introdujo en la política a Endara, nacido el 12 de mayo de 1936 en el seno de una familia acomodada de la capital. Arias fue tres veces presidente, y otras tantas, derrocado por los militares. En 1964, fue elegido diputado, aunque no ocupó su escaño por fraudes en su partido. En 1968, como informa la agencia Efe, este licenciado en Ciencias Políticas y Derecho por la Universidad de Panamá, con estudios de posgrado en Nueva York, llegó a ministro de Planificación y Política Económica, a la sombra de Arias. Pero sólo duró 11 días. Los militares tumbaron el Gobierno. Pasó a la clandestinidad, y fue detenido en 1971, encarcelado y enviado al exilio a EE UU.
Volvió a Panamá en 1984 y empezó su oposición a Noriega en 1988, cuando éste destituyó armas en alto al presidente Eric Arturo del Valle. Se presentó a las elecciones el 7 de mayo del año siguiente por la Alianza Democrática de Oposición Civilista (ADOC), pero el fraude electoral de Noriega le dejó fuera del poder, y Arias y él fueron agredidos. Eso sirvió de excusa al Gobierno de George Bush (padre) para la sangrienta invasión, en la que murió el fotógrafo de EL PAÍS Juantxu Rodríguez, que con Maruja Torres cubría los acontecimientos.
Como presidente, no consiguió la ayuda prometida de EE UU y tuvo que gobernar un país empobrecido y desesperanzado, que ni siquiera le respaldó en su reforma de la Constitución. En las elecciones de 2004, vio cómo el hijo del antiguo dictador, Manuel Torrijos, conseguía ser presidente, y en 2008 sólo logró el 3% de los sufragios. Esta vez no habían sido los militares.
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