Industria cree que el derroche energético bajó antes de la crisis
Las nuevas bombillas ahorran ya el consumo equivalente al de Alicante

El secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, como el resto de miembros del Gobierno, no pudo presumir de Presupuestos ayer en el Congreso. Los de su departamento se han reducido un 3,02% (a 6.885 millones de euros). Pero al mal tiempo, buena cara. No todo son malas noticias. Según explicó ante una semivacía Comisión de Industria, la intensidad energética en España (cantidad de energía consumida para elaborar una unidad de producto) cayó un 12% entre los años 2005 a 2008.
La cuestión, aparentemente, no es como para celebrarla con cohetes. Pero tiene su interés por varias razones. Primero, porque la intensidad energética está directamente relacionada con la competitividad de las empresas. Y segundo, porque España es un país que depende en un 80% de las importaciones. En ese contexto, la caída de la intensidad energética, antes incluso de que la crisis azotara con toda su intensidad, es una magnífica noticia. De hecho, subrayó Marín, en la década anterior, y pese a todos los esfuerzos teóricos desplegados, la intensidad energética sólo había disminuido un 0,4%.
Ahora, se trata de perseverar. Y en esa línea, Marín aseguró, satisfecho, que el programa de reparto de bombillas de bajo consumo ha distribuido ya un total de seis millones de unidades. Con las que se ahorra, precisó, 520 gigavatios por hora, o lo que es lo mismo, el equivalente al consumo de 125.000 hogares, que son los que forman, aproximadamente, la ciudad de Alicante.
Sobre la polémica más viva, el cierre de la central nuclear de Garoña, Marín fue claro: "Tenemos", dijo, "una capacidad instalada que supera las necesidades de consumo y permite hacerlo (el cierre de la planta) sin poner en riesgo la capacidad de suministro y los precios de mercado".
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