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CC OO despliega un otoño caliente

El sindicato sale a la calle a explicar la crisis y a movilizar a los trabajadores

Miquel Alberola

CC OO-PV prepara un otoño caliente ante la situación de colapso que sufre el diálogo social y las consecuencias de la crisis sobre los trabajadores. Habrá asambleas, agitación, acciones en los polígonos industriales, mociones en los ayuntamientos para que no recorten el gasto social e incluso una ocupación del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef). Según explicó ayer el secretario general de CC OO-PV, Paco Molina, la complejidad de la situación exige explicaciones sobre las posiciones. También un diagnóstico sobre las causas de la crisis, "las que aparecen en la letra pequeña y no en los análisis macroeconómicos", así como soluciones al margen de las que está ofreciendo la patronal "sin contar con la opinión de los trabajadores".

Para ello, el sindicato va a impulsar una ingeniosa campaña denominada La crisis tiene cura, exige trabajo decente en la que va a hacer un esfuerzo pedagógico en clave médica y que va a llevar a la calle con reparto de recetas y tratamientos. El diagnóstico de CC OO es claro: "Crisis del sistema" por agotamiento del problema productivo. Las consecuencias: aumento del paro, destrucción del tejido industrial, empobrecimiento de los trabajadores e incremento de a economía sumergida.

El sindicato caricaturiza el tratamiento que propone la patronal con "el flexiplán", es decir, despido libre y más barato, jornadas más largas, más flexibilidad y temporalidad y menos derechos sociales. Por el contrario, CC OO propone "trabajo decente" y un cambio del modelo productivo y sostenible sobre tres ejes: I+D+i, redefinición de las políticas industriales y un impulso a la negociación colectiva.

A pesar de la ironía que exhala la campaña, que cuenta con un spot en Internet, la fricción entre la patronal y los sindicatos ha puesto sus relaciones al rojo vivo. CC OO y UGT, de hecho, se movilizarán el 7 de octubre en las principales ciudades valencianas para exigir que el Consell dote en los Presupuestos de la Generalitat de 2010 las medidas de apoyo a la economía y a los más débiles que se negocian con patronal y Generalitat. La movilización también denunciará que la patronal está parando muchos convenios. Molina anunció un "otoño caliente" y emplazó a la patronal a impulsar la negociación colectiva, con 30 convenios sin resolver.

El sindicato quiere revisar las prioridades negociadas en la segunda edición del Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo (Pavace) antes del cierre de los Presupuestos de 2010 para orientar las acciones a la renta ciudadana y los sectores productivos y cimentar el cambio de modelo. Molina no está contento con la marcha del Pavace.

"Una oportunidad perdida"

El secretario general de CC OO-PV, Paco Molina, fue uno de los pocos representantes sociales que acudió el pasado martes a las Cortes Valencianas al debate de política general. Era la primera vez que lo hacía y su impresión no fue nada buena. "La impresión fue bastante inútil respecto a las necesidades y sufrimientos que tiene la gente en este momento", explicó ayer. Desde su punto de vista, la intervención del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ofreció "una visión bastante desajustada de la realidad y de la situación económica de la Comunidad Valenciana", que contrasta con los datos del paro y la pérdida de peso industrial (-35%).

Molina calificó las propuestas de Camps como "de cara a la galería" y le pareció "hipócrita" que asegurara que no iba a subir los impuestos, en contra de lo que hace el Gobierno central, sin decir que la subida de dos puntos del IVA le beneficia. Asimismo, criticó las rebajas fiscales que anunció. El líder de CC OO-PV se llevó con Camps la impresión "amoral" de que estaba "rindiendo cuentas a un administrador de fincas" sin diferenciar qué se había hecho con recursos propios o del Estado y apuntándose el éxito de lo que no le correspondía.

Con todo, sintió una gran inquietud con la congelación de la oferta pública y con la reducción de gastos corrientes, que pueden poner en peligro algunos servicios públicos. En ese sentido, aseguró que el Servicio Valenciano de Empleo (Servef) mantendrá las mismas dotaciones con 500.000 parados que cuando tenía 200.000. "Fue una oportunidad perdida para las personas" de la Comunidad Valenciana, concluyó.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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