ERC y CiU borran del debate las consultas soberanistas

"¡Las consultas soberanistas se extenderán como una mancha de aceite!", proclamó entusiasmado Joan Puigcercós, presidente de ERC, la noche en que Arenys de Munt (Maresme) se pronunció en una consulta popular en favor de la independencia. "Acompañaremos en el camino a todos los que quieran dar el paso", insistió Àngel Colom, ahora en CiU. "Yo votaría sí en Arenys", había admitido días atrás Artur Mas, acusado incluso de una "deriva radical" por los socialistas. Las grandes frases, sin embargo, no han tenido traducción política en el Parlament. CiU presentó 36 resoluciones y ninguna sobre Arenys. ERC no quiso líos con sus socios del tripartito y no forzó ninguna propuesta.

La votación provocó una tormenta política que ha amainado y que ya no está en el centro del debate, que el tripartito sitúa en la crisis, el despliegue del Estatuto y el Estado de bienestar. Pese a eso, 60 municipios tienen encarriladas consultas, como fue el caso ayer de Sant Sadurní d'Anoia, donde hubo un cambio de papeles: CiU votó en contra y el PSC a favor. El debate ha dejado en evidencia a CiU y más a ERC, desbordada con las votaciones. "No hemos defendido ninguna resolución porque en los últimos años ya presentamos dos", dijo su portavoz, Anna Simó, que negó cualquier pacto o cambio de cromos.

En su discurso, Puigcercós reprochó a Montilla haber dicho que las consultas alimentaban la "caverna mediática" y le recordó que es presidente gracias a ERC. Le pidió que rectificara y no lo hizo. Más aún: Montilla le respondió hablando de peajes e impuestos cuando Puigcercós no los había aún citado. Montilla se equivocó de folio y Puigcercós, en la réplica, le siguió la cuerda.

Si las consultas pasaron desapercibidas, el tema de la prostitución fue casi invisible. Tras el escándalo de la la prostitución en la Boqueria, el tripartito consensuó una resolución para elaborar un protocolo de actuación interdepartamental para garantizar una "cobertura integral" de este colectivo por parte de la Generalitat. Además, el tripartito le pasó la patata caliente al Gobierno central, al que pidió que legisle sobre el asunto y luche contra las mafias.