_
_
_
_
Protesta en Barajas

Tirados sin taxi en Barajas

Unos 1.500 profesionales paralizan dos horas el tráfico en la T-1 y la T-4 para protestar contra el intrusismo - Hubo insultos y rotura de lunas de coches

Lo que debía ser un paro de dos horas sin incidentes terminó con furgonetas de transporte dañadas, algún coche con las lunas rotas y carreras por las terminales del aeropuerto de Barajas. Unos 1.500 taxistas se concentraron en la T-1 y la T-4 para pedir medidas contra el intrusismo, pero el paro degeneró en altercados con los supuestos conductores piratas y con los policías. También hubo discusiones internas con los dirigentes de las agrupaciones del sector, a los que algunos acusaron de ser los causantes del deterioro que sufren.

La zona de llegadas de la T-4 se quedó sin taxis unos minutos antes de las diez de la mañana. Los paros afectaron a centenares de pasajeros, que se trasladaron en los transportes alternativos, el metro y los autobuses de la EMT. Los conductores dejaron los coches en los aparcamientos que hay junto a las terminales y fueron caminando hasta la zona donde los vehículos recogen a los pasajeros.

Más información
Lágrimas tras el tiempo de espera

Desde el primer momento los ánimos estuvieron caldeados. Al poco de empezar la concentración, los manifestantes increparon a los autocares de una empresa que supuestamente lleva pasajeros a la estación de Méndez Álvaro sin tener licencia para ello. Los agentes antidisturbios tuvieron que cerrar los accesos a la zona de autocares para evitar problemas. A los pocos minutos, algunos conductores se dirigieron a la cabecera de la marcha y empezaron a increpar a los dirigentes. "Todo esto ha sido por vuestra culpa. ¡Sinvergüenzas!", les gritaban. Algunas personas salieron en su defensa. Hubo empujones, insultos y amenazas de pelea. La policía tuvo que sacar a los alborotadores. "Estoy a favor de la manifestación, pero en contra de los dirigentes del taxi, que no han hecho nada durante años", protestó Francisco Moral, un corpulento taxista al que se llevó la policía para evitar más altercados.

Algunos taxistas decidieron romper la concentración y subieron a la zona de salidas, donde estaban trabajando furgonetas y particulares "de forma ilegal", decían. Los más exaltados rompieron retrovisores y algunos limpiaparabrisas de las furgonetas de empresas particulares. A los antidisturbios les pilló sin efectivos, lo que motivó que algún taxista con pasajeros que no secundaba el paro pasara apuros al ser atacado por sus compañeros.

La Guardia Civil de Tráfico cortó los accesos de la T-4 y desvió todo el tráfico por la zona del aparcamiento. En la T-1, una veintena de conductores hicieron una sentada en una de las salidas durante varios minutos hasta que los desalojó la policía. Los taxistas que decidieron trabajar dejaban a los pasajeros en las proximidades. Algunos tuvieron que caminar más de un kilómetro.Muchos pasajeros iban cargados con varias maletas. "Es la única forma de no perder el vuelo", protestaba alguno. La concentración coincidió con la salida de parte de la delegación de Madrid 2016 a Copenhague, lo que fue aprovechado por los profesionales para armar más bronca. La Guardia Civil se encargó de regular el tráfico, mientras agentes antidisturbios vigilaban a los manifestantes. Eso no evitó que algún taxi quedara con las lunas rotas.

Los concentrados también denunciaron a los intrusos, alguno de los cuales fue parado por la Policía Municipal y denunciado por no tener tarjeta de transporte de personas. Eso le puede acarrear hasta 3.000 euros de multa, como fue el caso de Oliver, de 25 años y trabajador de la empresa AeroCity, que fue parado a la entrada del aparcamiento de la T-4.

"Es una vergüenza que llevemos tantos años así y que nadie tome cartas en el asunto. El alcalde ha hecho oídos sordos a este problema", se quejaba un afectado. El destacamento de Barajas de la Policía Municipal ha hecho 441 controles a vehículos en el periodo enero-septiembre. Se pusieron 227 denuncias, según una portavoz municipal. Sólo 61 estaban relacionadas con el "intrusismo".

Un conductor fue acusado por la Guardia Civil justo cuando lanzaba una piedra a un compañero. "Ha sido un calentón y porque se ha bajado a increparnos", aseguró el taxista José Bellisca. Ayer estaba a la espera de saber si su compañero lo denunciaría. "No creo que sea tan tonto, porque si no no tendrá sitio donde meterse", añadió. Otro, Fernando Pérez, dudaba si denunciar al policía que, contaba, le dio una patada en la espalda "sólo por parar a un pirata".

A las doce del mediodía los taxistas subieron a sus vehículos para volver a recoger viajeros. La protesta había terminado. "Esto habría que hacerlo todos los días", reflexionaba uno antes de encender el motor.

Un grupo de pasajeros accede a pie a la Terminal 4 de Barajas. Los taxistas los dejaron a 500 metros para evitar a los piquetes.
Un grupo de pasajeros accede a pie a la Terminal 4 de Barajas. Los taxistas los dejaron a 500 metros para evitar a los piquetes.CARLOS ROSILLO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_