La ley del vascuence rompe la coalición de gobierno en Navarra

Una disputa aparentemente menor desencadenó ayer la ruptura del pacto de Gobierno vigente en Navarra desde 2003 entre el partito mayoritario, el regionalista Unión del Pueblo Navarro (UPN) y el centrista y minoritario Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN). La salida irreversible de los dos consejeros que tenía el socio minoritario en el Ejecutivo de Miguel Sanz fue anunciada personalmente por éste al término de la reunión celebrada en el Palacio de Navarra por la comisión de seguimiento del pacto de gobierno revalidado por ambos partidos en 2007.

Su quiebra aumenta la situación de minoría parlamentaria de UPN, pero no hasta el punto de hacer peligrar su continuidad en el Gobierno, ante la imposibilidad de articular una alternativa viable desde la oposición. Una alianza entre la segunda fuerza -la coalición nacionalista Nabai (Aralar, EA, PNV y Batzarre)- y la tercera (el Partido Socialista) con el refuerzo de IU, que suma la mayoría absoluta, se frustró en agosto de 2007 al vetarla la dirección del PSOE, causando una fuerte crisis en su organización navarra. Desde entonces, las relaciones entre UPN y PSN han mejorado sustancialmente en Pamplona y Madrid, lo que ha permitido a Miguel Sanz llevar hasta el final la crisis abierta con sus socios.

La causa, la posible reforma puntual de la ley del vascuence para incorporar a la zona mixta, donde el euskera es cooficial, cuatro municipios de los alrededores de Pamplona. CDN anunció inicialmente que apoyaría esta iniciativa planteada por IU, tras unas modificaciones pactadas con los socialistas. Sin embargo, ante la dura advertencia lanzada por sus socios, optó la semana pasada por abstenerse en su toma en consideración.

Pese a ello, Sanz, que ya rompió hace un año la histórica alianza de su partido con el PP, exigió una rectificación inmediata por considerar que esa postura vulnera el pacto de gobierno en lo que se refiere a la coordinación parlamentaria de ambos grupos y a la ley del vascuence, asunto altamente sensible para la derecha navarra. Ante la resistencia del socio minoritario, que consideró un "chantaje" el ultimátum, Sanz dio por roto el pacto y después minimizó su impacto para la estabilidad de su Gobierno. Las dos carteras que ocupaba CDN, Educación, y Ordenación del Territorio y Vivienda, serán asumidas por alguno de los otros 11 consejeros del Ejecutivo.