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El PSC de Barcelona crea los delegados de barrio para frenar la sangría de votantes

Blanca Cia

La federación del PSC de Barcelona ha decidido apretar el acelerador para frenar la sangría de votos sufrida en las últimas elecciones municipales y recuperar posiciones frente a su más directo perseguidor, Convergència i Unió. Con ese motivo, la federación ha inventado una nueva figura, el delegado de barrio, una suerte de dinamizador del electorado socialista, que, a la luz de los resultados de las últimas convocatorias electorales, está desencantado. En las municipales de mayo de 2007, el PSC obtuvo 182.104 votos, frente a los 254.223 de la convocatoria de 2003. En las autonómicas de 2006, el resultado en Barcelona también fue a la baja: 172.000 votos, frente a los 249.000 de la convocatoria de 2003.

La diferencia de votos entre el PSC y CiU en 2007 fue de 27.000 votos

Actualmente el PSC tiene 14 ediles en el Ayuntamiento de la ciudad y la meta que se han propuesto en la sede de Nicaragua es llegar a los 16 en las elecciones de la primavera de 2011.

El PSC designará 73 delegados, los mismos que los técnicos de barrio que ha puesto en marcha el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, también con la idea de tomar mejor el pulso a los problemas de la ciudad.

Si Hereu creó la figura de los técnicos de barrio como una segunda descentralización de la organización de los 10 distritos, la idea de los delegados de barrio del PSC es parecida: "Hasta ahora hemos funcionado con una división de agrupaciones también por distritos, pero tenemos que acercarnos más a cada uno de los barrios", explica Albert Aixalà, secretario de organización de la federación del PSC en Barcelona.

Lo que más preocupa es el vuelco de los votantes que se ha producido en algunos barrios -o distritos enteros-que tradicionalmente han sido feudo socialista. Por ejemplo, pese a seguir siendo la fuerza más votada, los socialistas retrocedieron en Sant Martí, Nou Barris, Horta-Guinardò, Sant Andreu y Sants, por destacar el territorio en el que el descenso fue más acentuado. Mientras que el PSC bajó, su más directo oponente, CiU, creció y en algunos casos de forma directamente proporcional a la caída socialista. Y los históricos aliados del PSC en la alcaldía, ICV-EUiA y ERC -en este último mandato en la oposición- , también perdían votantes. En Barcelona la distancia en número de votantes entre PSC y CiU es de 27.000, según las municipales de 2007.

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Los socialistas no atribuyen esta pérdida de confianza a la gestión o el liderazgo de Jordi Hereu -algo que reflejan diversas encuestas-, sino al "desencanto" generalizado. "Los pertenecientes a la generación del baby boom, muchos de ellos hijos de votantes de izquierdas, se han alejado del PSC y tenemos que recuperarlos", afirma Aixalà.

Representan el electorado situado entre los 35 y los 45 años. La forma de conseguirlo pasa, por ejemplo, por una actitud más activa de los militantes socialistas a la hora de convencer y cuidar al votante que se queda en casa o cambia de partido. De eso están convencidos en el PSC.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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