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El primer Alderdi Eguna en la oposición

A la búsqueda de un candidato que asegure el tirón electoral en su pueblo

El PNV trata de extender su voto asegurado en las poblaciones más pequeñas

El País

"Que tenga tirón suficiente para ganar las elecciones". El EBB ha trazado así el pretencioso perfil del cabeza de sus listas para los próximos comicios locales y forales de 2011. Bajo esta pauta se desarrollará el proceso de designación interna de sus candidatos y que quedará encarrilado a finales del presente año. Según se admite en el seno del EBB, la dura pugna que se avecina en la próxima referencia electoral en el País Vasco "nos obliga a ponernos las pilas", conscientes de "la actual situación política", pero, también, como "demostración de que seguimos siendo la primera fuerza aquí".

Para la búsqueda del candidato a las alcaldías, la dirección jeltzale admite que "hay que ir con personas que tengan calado en su pueblo, que sean reconocidas y, claro, con esa identificación nacionalista". Aunque es imposible obtener ahora cómo se proyectará este propósito de intenciones, en el PNV no se descarta la apuesta por "nuevos valores" que se identifiquen, dicen, "con lo que estamos viviendo en nuestra sociedad, en nuestros pueblos". Al mismo tiempo, se asume como "dificultad añadida" el hecho de que la captación de nuevas incorporaciones resulte ahora "quizá" más dificil para un partido que ahora está en la oposición.

Temor 'jeltzale' a que es más difícil hallar nuevos valores desde la oposición

Con todo, la principal obsesión jeltzale ante el reto de 2011 estriba en evitar su identificación como un partido cuya fuerza electoral pivota, de manera sustancial, sobre "poblaciones pequeñas, más bien rurales". El riesgo, no obstante, se antoja bastante alto con una mirada retrospectiva a los últimos resultados electorales en el País Vasco. De hecho, el PNV controla sólo una de las alcaldías (Bilbao) de las tres capitales vascas. En su fuero interno reconocen que si fuera imposible repetir la candidatura de Iñaki Azkuna se complicaría en exceso repetir tan favorable situación actual. Además, cualquier retroceso del PNV en Bilbao alentaría de inmediato las opciones de un seguro pacto entre el PSE-EE y el PP.

En el resto de Vizcaya, es donde el PNV siente el temblor frío de quedarse "fuera de plano", en expresión de uno de sus dirigentes. De entrada, los socialistas parecen haber encarrilado su dominio en núcleos tan significativos como Barakaldo, Basauri o Sestao, a los que el PP podría aportar Getxo, dejando así a los jeltzales feudos mucho menos relevantes como Durango y Galdakao.

Una idéntica situación se registra en Guipúzcoa, donde, además, el PNV tiene que pelearse el propio voto abertzale para reafirmar su "dominio rural" en el interior del territorio, aunque la primera consigna que empieza a extenderse por el GBB radica en "no desperdigar" el voto nacionalista, en una clara referencia a la opción de Hamaikabat, los ex críticos de EA, alternativa que altera ahora la estrategia liderada por Iñaki Galdos. Un ejemplo explícito de esta posible entente radica en Zarautz.

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Estas dos formaciones comparten gobierno en una Diputación que estuvo a punto de caer en manos del veterano socialista Miguel Buen, y que volverá a ser el principal duelo electoral, pendiente de la suerte de la izquierda abertzale. De momento, ambos partidos hasta coinciden en cruzar el perfil de sus posibles candidatos: si Markel Olano no quiere repetir, Arantza Tapia es la mejor colocada; entonces, el PSE-EE respondería, con Rafaela Romero en lugar del consejero Iñaki Arriola.

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