Los atunes rojos llegan a más de mil metros de profundidad
El atún rojo realiza inmersiones en busca de otras especies de las que se alimenta que pueden llegan a superar los mil metros de profundidad. Así se desprende de los datos obtenidos de un dispositivo electrónico implantado hace un año a un ejemplar por el centro de Investigación Marina y Alimentaria Azti-Tecnalia, que volvió a ser capturado el pasado 15 de agosto a 88 millas al norte de Bakio. La recuperación del dispositivo ha permitido comprobar que el ejemplar de cimarrón realizó en ese periodo largas migraciones que le llevaron hasta las Azores y las costas de Portugal, donde pasó el invierno, hasta regresar al Golfo de Vizcaya en la primavera. Asimismo han quedado registradas inmersiones que rebasaron los mil metros de profundidad.
El atún rojo, una especie amenazada por la sobrepesca, fue capturado inicialmente en una de las campañas de pesca sin muerte para el marcaje de túnidos que realiza Azti. Este centro ha destacado la importancia científica que tienen los datos obtenidos para conocer los hábitos de la especie y diseñar una pesca sostenible.
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