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Moda

Gwyneth, el idioma de Dios y el eterno retorno

La vuelta de Adolfo Domínguez y Verino marca la apertura de Cibeles

Carmen Mañana

En la primera fila del desfile de Adolfo Domínguez , la actriz Gwyneth Paltrow -que llegó y se fue como un relámpago- no perdió la sonrisa ante lo inesperado. El diseñador gallego regresaba ayer a la Madrid Fashion Week después de 10 años de ausencia y quería hacerlo por todo lo alto: 25 años de Cibeles, 50 ediciones, bien lo merecen. Pero cuando comenzó su desfile, la música no sonó. Las modelos caminaron en silencio. De fondo sólo se oía el clac clac de los tacones y el frufru de los vestidos drapeados que componen su colección para la próxima primavera verano. Pasados cinco minutos, surgió el sonido. "Lo siento. La culpa no ha sido nuestra. La música es el lenguaje de Dios y esto que nos han puesto no es el lenguaje de Dios", explicó el creador gallego.

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Roberto Verino también volvió ayer a Cibeles , en su caso, después de cuatro años alejado de la pasarela. Sobre el escenario, una colección que "revisa y actualiza" toda su carrera en clave de plumas, cristales, transparencias y corsés. Como Domínguez, este creador pontevedrés estuvo presente en la segunda edición de la cita madrileña, en septiembre de 1985. Aún recuerda que, nada más comenzar aquel desfile sufrió un percance parecido: se fundieron los plomos. "Me dijeron 'páralo, páralo', pero yo seguí adelante. Con los flashes de las cámaras como única iluminación conseguimos hacer nuestra presentación", cuenta rodeado de sus costureras. Han pasado 25 años y muchas cosas desde aquel imprevisto. De una pasarela montada con poco más de 100.000 euros en el Museo del Ferrocarril, se ha llegado a un evento que ocupará, hasta el próximo martes, 14.000 metros cuadrados de la Feria de Madrid (Ifema) hasta el próximo martes y que tiene un presupuesto de 3,2 millones. "Cibeles y la industria han cambiado mucho en este tiempo. Al principio, como sólo había una pasarela y pocos medios, ni siquiera podíamos cambiar el pelo de las chicas de un desfile a otro", reconoce Verino."El hecho que la pasarela y nosotros hayamos sobrevivido un cuarto de siglo es ya un éxito", se ríe Domínguez.

Otro gallego, José Castro, presentó una colección inspirada en Aurora, el guacamayo de la familia del modisto, "que fue robado en 2002". El diseñador, que ha desfilado en la Semana de la Moda de París y vestido a Sarah Jessica Parker en Sexo en Nueva York, apostó por una excesiva y excitante mezcla de colores selváticos, incrustaciones, piel y años ochenta. La marca catalana TCN mostró unas tendencias de baño de aire andaluz donde los imposibles triquinis vencieron, un año más, a los bikinis.

La edición arrancó con los jóvenes diseñadores englobados dentro de El Ego: Amai Rodríguez coronó a las modelos como vírgenes y ganó el premio L'Oreal al mejor creador novel. Carlos Doblas, ayudante de David Delfín, apostó por tops para el hombre que dejan al descubierto el ombligo y, para la mujer, microfaldas de estampado Liberty: "Busco rebelarme contra la oscuridad de los desfiles de David. Quizá por eso, mi mujer es más femenina".

Gwyneth Paltrow saluda a Adolfo Domínguez.
Gwyneth Paltrow saluda a Adolfo Domínguez.C. ÁLVAREZ
Una modelo de Roberto Verino.
Una modelo de Roberto Verino.L. SEVILLANO

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