Economía fuerza a Agrupació Mútua a desprenderse de activos inmobiliarios
La entidad ultima su plan de negocio y rechaza toda fusión mientras pone orden
Agrupació Mútua, cuya presidencia abandonó Fèlix Millet tras el estallido del escándalo del Palau, inicia por enésima vez nueva etapa, ahora bajo la batuta de Josep González en la presidencia y de Martí Parellada en la vicepresidencia. Sin embargo, la institución, que se esmera en declararse libre de salpicaduras de eventuales ramificaciones del escándalo, tiene un quebradero de cabeza de envergadura: cómo superar la borrachera inmobiliaria en la que incurrió en los últimos años, que provocó sus números rojos de 13,5 millones de euros en el ejercicio 2008. Será la vía para garantizar su viabilidad.
Presionada por la la Dirección General de Seguros, dependiente del Ministerio de Economía -que le abrió un expediente tras las salvedades planteadas por BDO, el auditor de las cuentas en 2008-, Agrupació ha iniciado una radiografía exhaustiva de los activos con que cuenta, con la intención de desprenderse de los que ya no son "estratégicos".
En el punto de mira, el negocio inmobiliario. La inversión aproximada en esta actividad ronda los 60 millones de euros, según fuentes de la mutua. La mayoría de esta actividad se ha canalizado a través del 70% que la entidad tiene en el capital de la promotora Amci Habitat, responsable de un 55% de las pérdidas totales de la mutua en 2008.
"El negocio inmobiliario es casi imposible que pueda venderse en su conjunto, considerando la actual situación del mercado, pero hemos iniciado ya contactos para vender solares sin construir, sociedades y bloques de viviendas, aunque por supuesto no vamos a malvender", explican las mismas fuentes de la entidad aseguradora, que ultima un plan de negocio que deberá elevar a la Dirección General de Seguros en breve, como un primer eslabón del plan estratégico. Éste se espera que esté listo antes de diciembre. El hilo conductor de este plan será la concentración del negocio asegurador, "sin más distracciones", comentan las mismas fuentes.
Sobre la base de esa hoja de ruta y de las alegaciones presentadas por Agrupació Mútua, Economía emitirá su expediente definitivo. El nuevo equipo enfatiza que "no existe un problema de viabilidad", pero está por ver hasta qué punto la inversiones inmobiliarias, bienvenidas en pleno boom pero que acaban siendo discutibles en el devenir de una mutua con 400.000 socios, sirven para que la entidad cubra los compromisos futuros asumidos para con sus mutualistas en el nivel exigido. Si no existen tensiones de tesorería, la lógica del mercado manda no vender activos inmobiliarios y esperar un impasse incierto para ver si se revalorizan. Pero las exigencias legales de la entidad la fuerzan a la venta.
Este verano, Amci Habitat se desprendió del 50% en la inmobiliaria Isam, operación que le permitió cancelar el préstamo de 7,43 millones de euros que Amci Habitat mantenía con esta firma. También ha vendido el grupo Promollar por 13,5 millones, y ello le ha ayudado a recortar deuda. La meta es pasar de 82 a 35 millones.
En la estrategia de reflote, Agrupació Mútua ha llamado a la puerta del Instituto Catalán de Finanzas (ICF). "Creemos que son buenas" las perspectivas de obtener un crédito de 25 millones de euros, augura la mutua. La prioridad del nuevo equipo, en el que sigue como director general Ricard Crespo, es "poner la casa en orden" antes de pensar en fusiones. La DGS es partidaria de los movimientos de concentración, y en el pasado reciente ha habido coqueteos con la mutua Fiatc. Ayer, Agrupació emitió un comunicado en el que reafirmó su "independencia", dijo que "saldrá reforzada" -en el segundo trimestre creció su actividad de salud un 5,6%, mejor que la media- y descartó fusiones. "Queremos continuar con nuestra autonomía de gestión", subrayó la centenaria entidad, sí abierta a "alianzas".
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