Navarro denuncia intentos de soborno para evitar la moción

Si la semana pasada el futuro alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, denunciaba ya el intento de compra de tres de los concejales que han firmado la moción de censura para desalojar al PP de la alcaldía, ayer en estas supuestas presiones implicaron a un empresario. Navarro, en declaraciones a la Cadena SER, reiteró intentos de compra de voluntades a los concejales Jaime Linares, Manolo Cabezuelos y Eliseo Yus, a los que "amigos íntimos" les intentaron convencer para que no firmaran la moción. A cambio les ofrecían cargos de responsabilidades en la Consejería de Industria o de Turismo, además de otros cargos locales.

Los doce concejales y el tránsfuga del PP, José Bañuls, comieron juntos ayer en un restaurante de Benidorm después de que les advirtieran de que un conocido constructor de la Comunidad Valenciana tenía una reunión con uno de ellos para convencerle de que diera marcha atrás. Tras el almuerzo acordaron seguir adelante. "Si siguen tentándonos darán con el hueso, no tenemos reparos en denunciar ante Fiscalía", declaró Navarro a SER, quien auguró que "estaremos más unidos que nunca". La difusión de estas supuestas presiones, según varias fuentes consultadas, podría tener como objetivo evitar precisamente nuevos contactos que frenaran la moción de censura.

Maite Iraola asumirá Cultura y el tránsfuga Bañuls Movilidad

El programa de gobierno y las competencias que asumirán cada uno se van perfilando. Ayer quedó fijado que el concejal tránsfuga, José Bañuls, no llevará Urbanismo, y asumirá Movilidad y Participación Ciudadana, y está pendiente Seguridad. La madre de Leire Pajín, Maite Iraola llevará Cultura y Sanidad, y Urbanismo será para Jaime Llinares, que ayer desveló que el Ayuntamiento ha suspendido la tramitación de PAU-1 Murtal, de más de 900.000 metros y 2.000 viviendas, al dudar del cumplimiento de una sentencia del Supremo.

Los firmantes de la moción de censura se encerrarán desde el próximo domingo por la noche en un hotel hasta la hora del pleno para "cerrar todos los detalles", y al mismo tiempo "evitar presiones de última hora".

En el ámbito político, los socialistas salieron ayer en tromba para condenar la "doble moral" del PP al ver publicada la foto de Mariano Rajoy firmando en 1991 con el recién elegido alcalde de Benidorm, Eduardo Zaplana, gracias a una tránsfuga socialista. El PP siguió acusando al PSPV de estar detrás de la operación. Y los 12 ediles, que han pedido la baja en el PSOE, mostraron ayer su malestar por el "exceso de celo" del secretario general del PSPV, Jorge Alarte, contra ellos. En conclusión, por exceso o defecto, la dirección socialista valenciana está en el punto de mira de todas las críticas.

Llinares consideró "una advertencia preocupante" que se pretenda desde el PSPV limitar el derecho de los militantes socialistas a asistir al pleno del próximo día 22 de septiembre. El desmentido de la amenaza llegó por boca de la secretaria de Organización del PSPV, Elena Martín: "Faltaría más, nosotros no vamos a expedientar a ningún compañero, cada uno es libre de hacer lo que considere oportuno", aseguró. Por su lado, el secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, apenas quiso referirse a estos concejales que "ya no son miembros del PSOE", informa María Fabra. Alarte, de visita en Castellón, criticó la visita del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, a Benidorm donde "no se atrevió a hablar" y reprobó que el PP "censure ahora la moción" cuando la alcaldesa de Dénia, Ana Kringe, fue nombrada miembro de la ejecutiva del PP "a los tres meses de ser elegida alcaldesa con el voto de un tránsfuga".