El Orfeó Català pide a sus nuevos gestores lealtad y transparencia

El Orfeó Català volvió anoche a ensayar en el Palau de la Música. No fue el de ayer un primer ensayo de temporada más para los 76 cantores que integran actualmente el principal y más antiguo de los coros de la asociación cultural creada en 1891 que levantó, a principios del siglo XX, el Palau de la Música. El registro policial del Palau el pasado 23 de julio y la investigación judicial de que son objeto Fèlix Millet, que fue su presidente, y otros cuatros responsables de la entidad por apropiación indebida de 2,29 millones de euros, hicieron que fuera un regreso de vacaciones singular.

La nueva presidenta de la entidad, Mariona Carulla, y la junta en pleno saludaron a los miembros del coro. "Queremos que nuestra presencia en este primer ensayo del curso sea interpretada como la normalidad de lo que serán nuestras relaciones en el futuro", les dijo Carulla. Los cantores pidieron a los nuevos gestores lealtad a la institución y transparencia informativa y en la gestión.

Los cantores quieren ser el centro de la entidad y solicitan un nuevo reglamento

Josep Vila, director del Orfeó Català, no quiso romper la rutina del inicio de los ensayos. A las 21.00 horas dio la bienvenida a los cantores e inmediatamente éstos empezaron el ritual de ejercicios de relajación y vocalización previos al inicio de un ensayo. Sólo cuando los preámbulos preparatorios finalizaron, Vila informó a los miembros del coro de la presencia de la presidenta del Orfeó y de los miembros de la junta, y fue presentándolos uno a uno, incluido el nuevo director ejecutivo de la institución, Joan Llinares, y el delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, quien con su presencia quiso apoyar la labor del Orfeó.

Carulla se dirigió brevemente a los cantores. Elogió su labor y les manifestó que a partir de ahora, además de saludar al director del coro tras un concierto, acudirá personalmente a saludarles y felicitarles. "Gracias por estar aquí", les dijo. Llinares se comprometió a gestionar el Palau y el Orfeó para ellos. Concluyó su breve intervención diciendo: "Espero no defraudaros".

La contralto Dolors Graupera, en nombre del Orfeó, leyó un breve comunicado consensuado por los miembros del coro: "Los cantores agradecemos el esfuerzo de reconducción de la entidad por parte de los nuevos gestores", comienza el texto. El comunicado reivindica que el Orfeó Català sea en centro de la entidad. Ofrece el apoyo de sus miembros a los nuevos responsables y les reclama que contribuyan a reforzar el vínculo de los cantores con el Palau de la Música, así como que se establezcan más canales de comunicación y participación de estos en el quehacer de la entidad.

Por último piden que se elabore un nuevo reglamento interno, ya que el que está en vigor, que data de 1961, lo consideran desfasado.

El Orfeó Català, coro de aficionados, fue durante años el estandarte del Palau de la Música, en cuyo seno cohabitan además el Cor de Cambra del Palau de la Música, creado hace dos décadas con cantantes profesionales, y otros cinco coros más de aficionados integrados por niños, jóvenes y voces femeninas.