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Puigcercós tilda de "banda de corruptos" a los ministerios

Àngels Piñol

En una jornada proclive a las grandes soflamas, Joan Puigcercós, presidente de Esquerra Republicana (ERC), lanzó ayer un ataque en toda regla al Estado al cierre de la manifestación de su partido. Sobre un escenario y a pocos metros del monumento a Rafael Casanova, Puigcercós vaticinó que la de ayer era la última Diada autonomista. "Queremos un Estado para dejar de pagar a los ministerios de Madrid, esa banda de corruptos que después nos envían a Arenys de Munt a los abogados del Estado de Falange. Para eso queremos un Estado", exclamó.

- Abucheos sindicales. Las protestas sindicales ahogaron por completo las proclamas independentistas en la ofrenda floral frente al monumento Rafael Casanova. El Gobierno catalán y todos los partidos políticos, incluidos los de izquierda, han sido objeto de las iras del centenar de trabajadores de Nissan y Roca, afectados por ERES. La protesta la lideró el sindicato anarquista CGT, que recibió las críticas de CC OO y UGT.

- Laporta sale a la calle. Barcelona albergó dos manifestaciones más: una de grupos radicales (se quemó una bandera española y otra francesa) y otra de tres colectivos cívicos que reunió a miles de personas, desbordando a la de ERC. No sólo la eclipsó por eso. Joan Laporta, presidente del Barça, desfiló radiante al frente del cortejo justo donde se leía: "Queremos un Estado propio". Laporta, declarado independentista, dijo que sólo hacia uso del derecho a la libertad de expresión: "Es un acto de reafirmación nacional frente a los ataques sistemáticos". Laporta negó la teoría de muchos culés de que su presencia dañe al Barça. "Es absurdo. Siempre hemos hecho la ofrenda a Casanova", dijo rechazando que éste sea su primer asalto a la política.

- El boicoteo a Noa. La jornada ya empezó con un sonoro boicoteo a Noa, la cantante israelí invitada a interpretar El Cant dels Ocells junto a la Orquesta Árabe de Barcelona en la ceremonia de La Diada en la Ciutadella. Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) anunció una protesta simbólica contra Noa por no condenar el bombardeo de Gaza de enero. Pero el boicoteo en toda regla lo realizaron activistas de Aturem la Guerra (Paremos la guerra) que, confundidos entre el público, desplegaron pañuelos y banderas palestinas, elevaron globos y abuchearon la música con silbatos en cuanto Noa tomó el micrófono. "Nunca renunciaré a mi sueño de conseguir la paz con el diálogo", dijo en catalán Noa al final de su actuación.

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