El PP se desmarca otra vez del Gobierno y le exige que financie el nuevo San Mamés

Forofo confeso del Athletic, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, podría ganarse la gratitud de la familia rojiblanca si arranca del Gobierno la exigencia que ayer le planteó: su compromisio de apoyar y cofinanciar el nuevo estadio de San Mamés. El PP, socio preferente del Ejecutivo, intenta ser también socio decisorio en una serie de cuestiones que considera nucleares y ayer, 24 horas después de que marcase distancias con el plan anticrisis del lehendakari, sumó a la lista el nuevo estadio del Athletic.

Basagoiti exige en concreto que los presupuestos para 2010, que su partido y los socialistas empezarán a negociar este mes, incluyan una partida de 18 millones de euros para contribuir a la financiación de las obras, una inversión cifrada en 175 millones. Esa partida debería tener continuación en las cuentas de los dos próximos años, ya que la aportación global del Ejecutivo, fundamental para que el nuevo proyecto salga adelante, se cifra en 55 millones. Igual cantidad aportarían tanto la Diputación vizcaína como la BBK, mientras que el club aporta los 10 millones de euros restantes. Los cuatro serían los socios de San Mamés Barria, la entidad que construirá y explotará el estadio.

El PP defiende que el proyecto creará "más de los 7.000 empleos" de López

El presidente del PP vasco, rotundo en sus intenciones -"Que el Gobierno vasco deje de esconderse y ponga el dinero, y si no haremos los demás que lo ponga"-, justificó su propuesta con varios argumentos. Defendió que la inversión en el nuevo San Mamés creará puestos de trabajo durante su construcción y su uso posterior, "más de los 7.000 que anunciaba esta semana el lehendakari". Y es una inversión que no conlleva gastos posteriores ni déficit. El campo podrá acoger grandes eventos deportivos o culturales ahora imposibles en Euskadi, también generadores de riqueza por su impacto en el sector servicios. Y permitiría el desarrollo de la reordenación de toda la zona, ya aporbada por el Ayuntamiento de Bilbao.

El último argumento usado por Basagoiti fue territorial. Si el Gobierno pagó el 53% del nuevo estadio donostiarra de Anoeta en 1993 y el 28% del Mendizorroza vitoriano cinco años después, ahora no puede dejar de lado a Bilbao y Vizcaya.

La reclamación popular llega en un momento en que el partido ve "un poco perdida la confianza" en los socialistas según fuentes de su dirección. Sigue, pese a todo, pendiente el conflicto alavés: Basagoiti reiteró ayer que su partido mantiene igual posición y endosó al PSE la explicación de por qué mantiene a Xabier Agirre como diputado general. En la última reunión de la ejecutiva popular vasca dirigentes alaveses pusieron de nuevo sobre la mesa esta cuestión. Y ahora se suma enterarse casi por la prensa de medidas contra la crisis que desconocían. "Se merecen un toque de atención. No vamos a tragar con cosas que no compartimos", destacan fuentes populares.

Tanto desde el Gobierno como desde el partido, los socialistas, empezando por el propio Patxi López, han marcado en los últimos tiempos serias distancias con el proyecto del nuevo San Mamés, que no consideran necesario ni prioritario en tiempos de crisis. El Departamento de Cultura no contestó ayer a la petición de EL PAÍS de que ofreciese su punto de vista sobre la propuesta de los populares.