_
_
_
_

Menos de 1.000 extranjeros se han acogido al plan retorno del Gobierno

La exigencia de no regresar en tres años es el principal problema

La mujer es mulata, de labios gruesos y sensuales y pelo liso. Parece una modelo. Y en realidad lo es. Su rostro ilustra un anuncio publicitario. "Si estás pensando en regresar...", tentaban los carteles que invadieron hace unos meses el metro de Madrid para animar a los inmigrantes a acogerse al Plan de Retorno Voluntario, puesto en marcha por el Ministerio de Trabajo e Inmigración. La campaña no atrajo a tantos extranjeros como se esperaba.

Gladys había visto muchas veces el anuncio. Solía pasar por delante sin detenerse. Su piel es morena, sus rasgos indígenas y su pelo, largo y liso como el de la modelo. Llegó de Ecuador hace ocho años y hace ocho meses que está en paro. Un día decidió informarse sobre el plan. Se enteró de que el Gobierno le ofrecía cobrar la prestación por desempleo en dos plazos: el 40% en España y el 60% en su país de origen. También le facilitaba los billetes de avión. Siguió preguntando hasta descubrir que, si se acogía, no podría regresar a Madrid en tres años. "Las condiciones no son justas, padecí bastante por mis papeles para perderlos", asegura.

"Los inmigrantes vuelven, pero con sus medios", asegura una experta

El Plan de Retorno Voluntario lo puso en marcha el Ministerio de Trabajo e Inmigración en noviembre del año pasado. Está dirigido a los inmigrantes en paro de alguno de los 20 países no comunitarios que tienen un convenio bilateral con España en materia de Seguridad Social. Desde el 12 de noviembre hasta el 5 de agosto, en la Comunidad de Madrid se han recibido 1.421 solicitudes de extranjeros para acogerse al plan, según las cifras más actualizadas que maneja el ministerio. Se han aprobado 994. Del resto, han sido denegadas 44, se ha renunciado a 244 y siguen pendientes 139.

De los 424.759 parados de la región de Madrid, 84.581, casi un 20%, son inmigrantes, según los últimos datos del Instituto Nacional de Empleo referidos al mes de agosto. La crisis se ha cebado con ellos, pero la falta de trabajo no los ha volcado a hacer fila en el Inem para solicitar el retorno, como esperaba el ministerio. Los nacionales de los Estados que pueden acogerse al plan representan cerca de la mitad de los extranjeros de la región, según los últimos datos del padrón. El ministerio no facilitó la cifra de parados con derecho a acogerse al plan.

El ministro Celestino Corbacho declaró en junio de 2008 que las expectativas de solicitudes de retorno podrían llegar a 1,2 millones en toda España en tres años. Con el tiempo, se redujo la cifra y pasó a hablarse de 100.000. Nueve meses después de su inicio, el plan sigue sin despegar. Se han recibido 6.648 solicitudes de retorno en toda España, de las que se han aprobado 4.758.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En el estudio Inmigración y Mercado de Trabajo 2009, realizado por el Observatorio Permanente de la Inmigración, del propio ministerio, el investigador Miguel Pajares asegura que "el retorno es una opción válida para muchos inmigrantes, pero no para la mayoría". Es el caso de Ernesto, que también quiere regresar a su país, Ecuador. Cuenta que es pintor, pero se ganaba la vida como maquinista. Hace tres meses se quedó sin trabajo. Entre las opciones que analizó para su futuro estaba el Plan Retorno, pero lo descartó. "Me vuelvo a mi país, claro que no con el Plan Retorno. No quiero perder la documentación que conseguí. Mi permiso de trabajo dura hasta 2012. Si lo entrego y después quiero volver, tendré que conseguir un nuevo contrato", dice Ernesto, que lleva nueve años viviendo en la capital. La exigencia de tener que renunciar a la residencia en España durante tres años es una de las razones por las que los inmigrantes no comunitarios son reacios a acogerse al plan. "Quiero dejarme esa puerta abierta", asegura Ernesto.

"No son condiciones aceptables", opina Kamal Rahmouni, presidente de la Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes en España. "Después de lo que les ha costado conseguir una tarjeta de residencia, ¿cuántos creen que van a devolverla?", se plantea Elvyra Pabón, presidenta de la Asociación Iberoamericana para la Cooperación, el Desarrollo y Derechos Humanos. "Está claro que ninguno", resuelve.

El informe de Inmigración y Mercado de Trabajo 2009 admite que son muchas las personas que se interesan por el plan, pero no tantas las que optan por iniciar la solicitud. "Hay varios aspectos que explican el retraimiento de muchos inmigrantes. Uno de ellos es que su derecho a prestación por desempleo puede estar limitado a pocos meses y, por tanto, la cantidad acumulada a percibir ser insuficiente para iniciar cualquier proyecto en su país de origen", analiza el documento.

"Tampoco han tenido en cuenta que el 60% del paro que se les paga una vez de vuelta puede ser sometido a impuestos muy altos en algunos de sus países por el hecho de venir de fuera", explica Elvyra Pabón. "Hay bastantes inmigrantes que sí han regresado por una temporada, pero con dinero, no acogiéndose al plan".

Gladys se planteó volver a Ecuador porque aquí está igual que ocho años atrás, cuando llegó y empezó a buscar trabajo limpiando casas. "Trabajo hay, pero con sueldos de miseria", asegura. "Me ofrecieron un puesto en un restaurante 12 horas como cocinera por 300 euros y no acepté". Dora Aguirre, actual diputada electa en Ecuador por los inmigrantes, ha asegurado que la mayoría de sus compatriotas no están interesados en el plan. "El inmigrante está acostumbrado a las dificultades", afirma. "Cuando llegaron a España, muchos lo hicieron sin un contrato de trabajo y se enfrentaron a un país extraño. Y salieron adelante".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_